El gobierno mexicano ofrece ayuda y asesoría a los connacionales que se encuentran en otros países a través de las embajadas y los consulados, cuando la situación se encuentra dentro de sus facultades.
La función de los consulados en el exterior es cuidar los derechos y la integridad de las personas de nacionalidad mexicana que no se encuentran en la nación. Tramitan documentos como el pasaporte y pueden realizar actos de registro civil, como el nacimiento de hijos de mexicanos.
Esta dependencia puede ofrecer orientación y asesoría en temas penales, migratorios, laborales, civiles, administrativos y de derechos humanos, pero existen situaciones en las que no se involucra.
1. El consulado no cubre los costos de un proceso legal, pues eso depende directamente de la persona que enfrente cargos en el extranjero.
2. No puede solicitar y lograr la liberación de un mexicano encarcelado por un delito o infracción.
3. Los diferentes consulados mexicanos en otros países no se responsabilizan por el pago de deudas, multas, medicamentos ni por servicios médicos.
4. No tienen facultades para regularizar situaciones migratorias ni para tramitar visas de otras naciones.
5. No compran, cambian o reponen boletos de avión a ninguna persona.
6. Tampoco son responsables del alojamiento de los mexicanos ni reservan habitaciones de hotel.
7. Las autoridades del consulado no consiguen trabajo a los mexicanos ni pueden ser aval para rentar habitaciones, departamentos o casas.
8. No puede pedir el ingreso a un país si está en contra de lo que determinan las autoridades migratorias extranjeras.
Consulta en la galería de la parte superior algunas de las funciones de los consulados mexicanos.