Es común recibir donaciones artísticas en universidades como legado cultural para futuros alumnos, ayudando a establecerlas como centros culturales.
En el caso de Fisk University, en Tennessee, parte del patrimonio artístico de la colección Stieglitz donado por su famosa viuda, la pintora Georgía O'keefe, fue vendido en contra de ciertas estipulaciones estrictas de venta según su fundación.
Las pinturas vendidas fueron dos obras primitivistas en óleo, de la famosa artista naive Florine Stettheimer, tituladas "Asbury South Park" (1920) y "The Cathedrals of Art" (1942), por 30 millones de dólares. El comprardor fue el museo de la heredera de la fortuna Walmart, Crystal Bridge en Arkansas; según publicaron en el NY Times.
Según diverseeducation.com, O'Leary, su antiguo presidente heredó una gran deuda y falta de fondos. Al presentarse la alternativa de vender los derechos de propiedad de parte de la colección Stieglitz, siguió con el plan logrando vender las dos pinturas a pesar de la intención de O'Keefe.
Aquí el dilema sigue siendo a qué se le da más importancia, si al legado artístico o al educativo. Unversidades enfrentan déficits millonarios por lo que tienen que recurrir a estrategias difíciles como en el caso de Fisk. Donaciones salvan y ayudan con becas para estudiantes, pero en la mayoría de casos estas contribuciones van reguladas estrictamente.
En el caso de las pinturas de Florine Stettheimer, la artista no dejó ninguna claúsula de protección de sus obras. Al contrario, ella pidió que se destruyeran al morir, pero su hermana quien era la albacea de su fortuna se opuso a eso.
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