Una compañía turística de Estados Unidos permite en un viaje de fin de semana consumar un proceso de divorcio, gracias a un procedimiento simple: un matrimonio se registra en el hotel el viernes, y el domingo cuando se retiran, su matrimonio ha finalizado.
Hace tres años, el empresario holandés Jim Halfens, puso en marcha en Europa este concepto y por el cual ya han pasado varias parejas que quieren celebrar su divorcio de forma amistosa en un fin de semana, al más puro estilo de Las Vegas.
El hotel, único con estas características en el mundo, cuenta con un equipo de profesionales -abogados, psicólogos, notarios y agentes inmobiliarios- que ayuda a los huéspedes en distintos aspectos; también asesora desde el punto de vista legal.
Para poder formalizar la separación, los matrimonios deben realizar una solicitud previa, tras cuya aprobación se alojarán en uno de los hoteles boutique de cinco estrellas con los que colabora la compañía.
La reserva se realiza de forma conjunta, los cónyuges duermen en habitaciones separadas, y comparten las comidas, si así lo desean.
En algunos casos, los huéspedes incluso aprovechan el tiempo libre para hacer alguna visita turística por los alrededores.
Las tarifas de este servicio parten de los $3,500 dólares e incluyen dos noches de hotel y diversos servicios que permitirán a la pareja aliviar tensiones, como sauna, jacuzzi o masajes relajantes.
La compañía involucrada cuenta con varios hoteles en Europa, principalmente en Holanda y también tiene una sede en la ciudad de Miami, Florida.
Los divorcios en Estados Unidos tienden a costar entre 5 mil y 20 mil dólares, aunque el gasto puede elevarse en función de los activos involucrados, la complejidad del caso y, quizás lo más importante, si la custodia de los hijos es un problema.
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