La última jornada del president de EU, Donald Trump, en Oriente Medio y su llegada a Roma ha estado marcada por las reacciones al atentado suicida de la noche del lunes en un concierto en Manchester (Reino Unido), donde murieron al menos 22 personas, varias de ellas menores, y otras 59 resultaron heridas.
El mandatario lamentó "la pérdida de vidas de tantos jóvenes inocentes" por "la maldad", y enfatizó sobre los terroristas: "No les voy a llamar monstruos, porque les gustaría ese nombre. Les voy a llamar perdedores, porque eso es lo que son, unos perdedores".
Además, antes de llegar a Roma, Trump urgió en su cuenta de Twitter a "todas las naciones civilizadas" a unirse para "proteger la vida humana" y el "derecho sagrado" de los ciudadanos "a vivir en seguridad y paz".
Desde primera hora de este martes se activó en Roma un fuerte dispositivo de seguridad para las 19 horas que Trump permanecerá en la ciudad y que establece la continua vigilancia de las zonas por las que pasará, la presencia de francotiradores y cortes de tráfico.
El miércoles, a las 08.30 hora local (06.30 GMT), Trump se reunirá con el papa en el Vaticano y, debido a que se celebra la audiencia general y la zona estará repleta de fieles, el presidente estadounidense entrará en el recinto por la puerta del Perugino, en lugar de acceder por la Via de la Conciliazione como otros jefes de Estado.