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Resaltando que la criminalidad en Estados Unidos se debe en parte a la presencia de "Bad Hombres", criminales indocumentados, el presidente anunció ante el congreso la creación de una oficina que atienda a las víctimas de estos.
Por sus siglas en inglés la oficina para monitorear los delitos cometidos por inmigrantes en contra de la población estadounidense se llamará Voice: Victims of Immigration Crime Engagement (Víctimas de Delitos de Inmigracion), anunció el presidente Donald Trump en su primer discurso ante el Congreso.
Se trata de darle voz a aquellos, que según el mandatario han sido ignorados por la prensa y silenciados por grupos de interés.
La oficina se encargaría de atender a víctimas de crímenes cometidos por inmigrantes, haciendo una fuerte distinción nacionalista, que busca justificar las medidas que se toman en materia de inmigración, como la construcción del muro en la frontera y las deportaciones masivas de inmigrantes, a quienes el presidente culpa de la criminalidad en ciertas zonas del país.
Estuvieron presentes en su discurso, familiares de víctimas de delitos cometidos por inmigrantes indocumentados, el presidente mencionó a Jamiel Shaw Jr, un joven asesinado por un pandillero indocumentado.
"Mientras hablo, estamos expulsando a miembros de pandillas, narcotraficantes y criminales que amenazan nuestras comunidades y convierten en presa a nuestros ciudadanos. Los malos están saliendo mientras les hablo", afirmó en su discurso de anoche.
Sin embargo, los datos lo le cuadran al presidente, pues El Center for Immigration Studies muestra en un estudio la caída en los índices de criminalidad cometidos por indocumentados, mientras que The American Inmigration Council refiere la misma tendencia, entre 1990 y 2013 datos del FBI indican que la tasa de crímenes violentos se redujo en un 48%, mientras que los delitos contra la propiedad cayeron un 41%.
