El calor de hace que muchas personas decidan visitar balnearios y para refrescarse, sin embargo, una zambullida en una alberca pública podría poner en riesgo tu salud.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) han emitido una alerta para prevenir daños a tu salud si vas a exponerte a una piscina. Entre las advertencias está el olor a cloro ya que podría ser una señal para decidir si meterte o no.

¿Por qué el olor a cloro en una piscina no es señal de limpieza?

Los compuestos clorados son comúnmente añadidos al agua para prevenir el crecimiento de microorganismos y evitar brotes de enfermedades en las albercas y parques acuáticos.

Sin embargo, como lo señala los CDC, cuando estos compuestos clorados se combinan con orina, heces fecales, sudor, tierra, células de la piel, desodorante y hasta maquillaje generan cloraminas.

Las cloraminas pueden convertirse en gases e irritar los ojos y los pulmones y además disminuyen la cantidad de cloro activo disponible para matar los gérmenes.

Esta molécula, que es distinta al cloro para purificar el agua, es la responsable del olor tan característico en las albercas, ya que al entrar en contacto con el aire cambia a estado gaseoso.

Es por eso que en las albercas techadas donde no circula el aire, el olor a cloro es mayor.

¿Qué daño me puede hacer el cloro de la alberca?

Como ya se mencionó, el cloro de la alberca al mezclarse con sudor, polvo u orina se transforma en cloramina.

Las cloraminas pueden causar:

  • Irritación en los ojos
  • Irritación de la piel
  • Irritación de vías respiratorias
  • Disparar ataques de asma
  • Provocar enrojecimiento cutáneo y erupciones

¿Cómo evitar los riesgos de las piscinas?

Los CDC enlistan las siguientes recomendaciones:

  • Ducharse para evitar el sudor en una alberca
  • Cubrir las albercas por la noche para evitar la tierra y el polvo
  • Evitar orinar dentro de una piscina
  • Evitar que niños con diarrea entren a la alberca
  • Cambiar a los infantes de pañal lejos del agua
  • Usar el baño antes de entrar a la alberca y después cada hora.

Por último, es importante proteger tu piel y tus ojos, por ello se recomienda el uso de gorra para nadar y goggles para protegerte de los compuestos clorados.

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