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El celular es un objeto casi indispensable de la vida actual y quedarse sin batería puede causar ansiedad o problemas de comunicación a las personas, especialmente cuando deben tomar un avión.
En Estados Unidos, la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) tiene reglas específicas para volar con baterías portátiles para celular o para otros dispositivos electrónicos.
La TSA permite que las llamadas “power banks” sean guardadas en el equipaje de mano, que viajará en la cabina de la aeronave que volará sobre el espacio aéreo estadounidense, ya sea como destino o escala.
Sin embargo, la dependencia restringe el transporte de las baterías externas en el equipaje documentado.
La Administración de Seguridad en el Transporte especifica que las power banks de teléfonos o tablets que contienen baterías de ion de litio forzosamente deben viajar en la cabina, por cuestiones de seguridad.
Por otra parte, las autoridades estadounidenses permiten que los cargadores de celulares que se conectan a la corriente eléctrica viajen tanto en el equipaje de mano, como en las maletas documentadas.
En algunos casos no es necesario el uso de las "power banks" en el avión, pues muchas aeronaves cuentan con cargadores en cada asiento.
Los teléfonos también pueden viajar en ambos tipos de maletas sin problemas, pero deben apagarse o cambiarse a modo avión cuando la aerolínea lo especifique.
No obstante, en los vuelos desde o hacia Estados Unidos, los agentes de la TSA tienen la última palabra sobre el ingreso o rechazo de las baterías portátiles en los aviones.
