Christian Nodal le dio un giro a su vida profesional y personal después de haber tocado fondo en el pasado, tras enfrentar una fuerte depresión desatada por su fama llena de excesos.
Recientemente le dio una entrevista a Mario Chaez Director en la que habló sobre su proceso espiritual y de sanación, mismo que lo estaba sacando de la depresión al momento en que conoció a Cazzu.
En la charla, Nodal habló sobre los viajes que comenzó a hacer con su novia para desconectarse del mundo y descansar de su ajetreada agenda.
Muchos de los viajes que le ayudaron a mejorar su vida los visitó con Cazzu como el Salar de Uyuni, un paraíso natural ubicado en Bolivia.
“Mi pareja me ayudó mucho en ese proceso (de recuperación de la depresión). Como que yo traía una nube negra y cuando empecé a salir con ella, era una etapa fea, pero yo ya estaba saliendo de una depresión”, dijo.
“Empecé a ser pareja con Julieta, con Cazzu, y, entonces, dentro de las giras, si veíamos que teníamos cuatro días libres, tres días libres, ella estaba en el Insta y miraba cualquier lugar y era como: ‘¡Vamos!’. No averiguamos dónde quedaba, no averiguamos nada. En el proceso íbamos planeando todo”, señaló.
Agregó que los viajes que ha hecho con Cazzu han sido los mejores de su vida.
Según describió, el Salar de Uyuni fue el destino que más le ha impactado en su vida y donde comenzó su camino espiritual “a su máximo esplendor”.
“En el Salar de Uyuni conecté tan bonito conmigo mismo desde una parte que fue lo mejor que le pudo pasar a mi ego y fue lo mejor que le pudo pasar a la historia que uno se cuenta a sí mismo”, agregó.
Nodal describió el lugar como un espacio natural que le hizo cambiar de pensamiento ante la vida y lo llenó de energía, además de que su belleza lo inspiró y lo hizo sentir más feliz.
Incluso dijo que la magnitud del lugar, su historia y todo lo que lo rodea, lo hizo sentir "insignificante" y eso le ayudó a cambiar su perspectiva de la vida y de sus problemas personales
Se trata del desierto salado más grande del mundo que se formó por los lagos prehispánicos que se evaporaron en el pasado, ubicado en una superficie de 10 mil 582 kilómetros cuadrados sobre el Altiplano.
En ciertas temporadas del año, el desierto se llena de una fina capa de agua proveniente de los largos cercanos que se desbordan, creando un efecto de espejo en el suelo que refleja el cielo, las nubes y las montañas en el día y La Vía Láctea en la noche.
El Salar de Uyuni tiene dos temporadas durante el año, la lluviosa de diciembre a abril, en la que los turistas viajan para ver el espejo de agua; la segunda es la seca, de mayo a noviembre, donde el piso está seco y endurecido, y se puede conducir sobre el desierto.
Una de las mejores formas de visitar el Salar y Uyuni es a través de un tour guiado, privado o compartido con otros viajeros. La temporada alta va de junio a agosto, por lo que es más caro y hay más gente.
Cerca del desierto hay un hotel hecho de sal, el primero del mundo, construido con bloques de sal frente al Salar y otros alojamientos que ofrecen espacios de observación de las estrellas, incluidas habitaciones de cristales, y alojamientos rústicos.