Los hoteles suelen tener cosas útiles y lindas que todos los viajeros desearían tener en sus hogares, como las almohadas más cómodas del mundo, toallas suaves, una secadora de cabello o la elegante lámpara de la mesa de noche.
Es posible que el deseo de tener lo anterior en casa se convierta en una seria reflexión sobre llevarlas sin consentimiento o sin pagarlas, a escondidas dentro del equipaje.
Por lo regular, los hoteles ofrecen artículos que sí te puedes llevar a casa y que están listos para ser empacados, pero hay otros que por su tamaño no caben en la maleta o que son evidentes si faltan.
Si los hoteles te cachan llevándotelos, es posible que te enfrentes a una multa o te hagan cargos especiales en tu cuenta final de la reserva.
Los hoteles suelen ofrecer de forma gratuita varias cosas y artículos de cuidado personal en versiones pequeñas como frascos de champú, acondicionador, loción corporal, crema corporal, jabón de baño de teja en gel, desinfectante e incluso papel.
Por su parte, el café, té, azúcar, botellas de agua o bocadillos de bienvenida también están disponibles para empacar o consumir de forma gratuita.
Los hoteles aprovechan los artículos de papelería que ponen en las habitaciones para hacer publicidad gratis, por lo que está bien llevarse las hojas de papel, bolígrafos, lápices, hojas y sobres para cartas, así como postales y cualquier otro objeto que tenga su logotipo.
Piensa dos veces antes de llevarte objetos más grandes o de un precio superior al de un sobre de té o de un jabón, ya que los hoteles notan cuando les falta inventario relacionado a las almohadas, sábanas, colchas, toallas y batas de baño.
Si bien los hoteles obligan a las personas que se llevan cosas como estás a pagarlas, si es que los cachan, normalmente y a largo plazo la industria hotelera tiene pérdidas importantes por inventario de hasta $100 millones de dólares en el caso de cadenas medianas y grandes, según destaca un informe hecho por la Asociación Estadounidense de Hoteles y Alojamiento y el Colegio de Hospitalidad y Turismo de la Universidad de Niágara.
Otros objetos que no deben llevarse de los hoteles son piezas de decoración de las habitaciones, percheros, ganchos de closet, teléfonos, televisiones, despertadores y relojes, planchas de ropa o de cabello, secadoras, muebles, colchones y cortinas.
Debido a que los hoteles no se quieren arriesgar a una mala reputación por denuncias o reportes de robo, en ocasiones no toman medidas ni cobros extras, a cambio llevan una lista negra de los huéspedes no gratos, que no será merecedores de beneficios o descuentos en caso de que vuelvan al hotel en otra ocasión.
El hecho de que no hagan reportes ante las autoridades no quita que el robo de artículos de las propiedades heteleras sea considerado delito.
Si bien está prohibido por el hotel y por la moral de muchos usuarios, a veces las personas suelen llevarse todo el paquete de toallas, las sábanas, las planchas y secadoras, obras de arte, relojes, artículos de tocador, cabezales de las duchas, pedazos de las baldosas de baño y tapetes de baño.
Aunque parecen insignificantes, también está prohibido llevarse vasos, cafeteras, cucharas, cables de teléfono o televisión, cargadores, almohadas y batas.
De acuerdo con el gerente general del hotel Conrad Miami, Robert Thrailkill, los huéspedes pueden llevarse varios objetos de gran costo y tamaño si lo solicitan en recepción y si están dispuestos a pagar el equivalente a su costo; de lo contrario lo consideran un delito y toman medidas de seguridad.
En una entrevista con Trip Savvy, Thraikill dijo: “Una habitación de huéspedes debe sentirse como un hogar lejos del hogar. Si el huésped disfruta de algo lo suficiente como para querer llevárselo a casa, pueden hacerlo, pero pagando. Les damos a los huéspedes la opción de comprar los artículos que les gustan, desde sábanas y colchones de 700 hilos, hasta batas de toalla exclusivas de Conrad Miami”.