Antes de pertenecerle a Estados Unidos, la ciudad de Los Ángeles fue de México.
Fundada por colonos indígenas y afromexicanos en 1781, al norte de lo que todavía era México, la ciudad fue bautizada como El Pueblo de Nuestra Señora de la Reina de Los Ángeles de Porciúncula.
Si bien la ciudad comenzó a transformarse cuando México perdió California en 1848, tras la Guerra México- Estados Unidos con el Tratado Guadalupe Hidalgo, y continuó haciéndolo con el paso de los siglos, el pasado y el origen siguen casi intactos dentro de El Monumento Histórico del Pueblo de Los Ángeles.
Este pueblo es catalogado como un museo viviente que recibe a más de 2 millones de turistas al año, ya que revive la historia de lo que fue una ciudad mexicana a través de sus atracciones, arquitectura, cultura y gastronomía propia de México.
Dentro del pueblo se encuentra Olvera Street, la principal atracción del pueblo y en general de la ciudad abierta por primera vez en 1930 para atraer turismo y lanzarle atención a su pasado mexicano.
Esta calle acuna arquitectura antigua de inspiración nacional con docenas de tiendas, restaurantes y negocios que celebran durante todo el año las tradiciones mexicanas como el 5 de mayo, la Independencia de México, Día de Muertos, las posadas de Navidad y la Semana Santa.
Sobre esta calle peatonal, David Alfaro Siqueiros hizo el mural América Tropical, una obra de arte apegada al muralismo que representa a un “indio mexicano crucificado en una cruz bajo un águila americana, con dos francotiradores apuntando al águila de cerca”.
La explicación detrás del mural, hecho en el America Tropical Interpretive Center se centra en la explotación de los mexicanos por parte de Estados Unidos.
Las calles no son lo más antiguo de El Monumento Histórico del Pueblo de Los Ángeles, sino que hay una casa específica que ha sobrevivido al paso de los años, ésta es Avila Adobe.
La casa es un Monumento Histórico de California número 145 hecha originalmente en 1818 por Francisco José Avila.
Fue adaptada en 1840 como un cuartel militar. Su arquitectura representa el estilo de vida californiano de esos años con elementos de madera, candelabros y elaboradas alfombras características del siglo XIX.
Su nombre se debe al apellido de su dueño original, pero también al material con el que fue construida: ladrillo de adobe hecho con arcilla, agua y paja.
Otro atractivo que tiene El Monumento Histórico del Pueblo de Los Ángeles es La Golondrina Mexican Cafe, el restaurante más antiguo de Olvera Street.
En este lugar sirven una amplia gama de comida mexicana hecha por mexicanos como birria de chivo, barbacoa de borrego, cabrito, cordero, y más platillos hechos con chile y especias características de México.
La experiencia se complementa con las jarras de Margaritas que sirven mientras mariachis ambulantes interpretan éxitos del regional mexicano.
El restaurante es una de las mejores opciones para celebrar el 5 de mayo o el Día de la Independencia de México.
Se trata de la iglesia parroquial del Distrito Histórico de Plaza, hecha como sede principal de Nuestra Señora la Reina de Los Ángeles en 1814.
Es casi un equivalente a lo que en la Ciudad de México es Garibaldi. la plaza ha sido desde 1950 un lugar de reunión de los mariachis que ofrecen presentaciones para fiestas mexicanas como cumpleaños o fiestas de quince años.
Mientras los turistas aprecian el desfile de los músicos elegantemente vestidos como charros, pueden comer tacos y tomar agua de horchata o comprar mole casero o pasear por el área donde hay un mirador y varios restaurantes.