Connie West, copropietaria de un motel de temática alienígena en el pequeño puesto desértico de Rachel, en el estado de Nevada, cree que vendrán sea como sea. No los extraterrestres, sino los cazadores de extraterrestres.
Los residentes de Rachel, a 240 kilómetros de Las Vegas y hogar de unas 50 personas, están divididos sobre cómo responder.
Algunos advierten seriamente al público que se mantenga alejado por temor a que grandes multitudes desborden un pueblo sin estación de servicio o tienda de alimentos. Otros, incluida West, creen que lo mejor es darles la bienvenida con un festival de música llamado Alienstock.
Área 51 estuvo cubierto por un halo de secreto durante décadas, alimentando teorías conspirativas de que albergaba cuerpos de extraterrestres y una nave espacial que se estrelló en Roswell, Nuevo México.
El gobierno de Estados Unidos confirmó la existencia de la base recién en 2013, cuando publicó archivos de la CIA que decían que el sitio era usado para probar aviones espías secretos. Los documentos no mencionaban nada de pequeños hombres verdes o platillos voladores, pero eso no puso fin a la suspicacia.
Rachel y sus alrededores promocionaron durante mucho tiempo su lugar como atracción turística. Una carretera de 158 kilómetros que atraviesa el área se conoce como la Carretera Extraterrestre, un supuesto semillero de avistamientos de ovnis.