Si has viajado en avión y consumido la comida que ofrecen las aerolíneas, sabrás que los alimentos en el vuelo no siempre saben tan bien como los que comes diariamente.
La realidad según afirmó el chef de una importante aerolínea, es que esto no tiene nada que ver con la comida en sí, sino con tu sentido del gusto al elevarse a esa altitud.
Y es que, la calidad de los alimentos es la misma, sin embargo, el gusto es lo primero que disminuye cuando volamos por lo que experimentamos de manera diferente la comida.
Esto se debe a que la presión a cierta altura combinada con la temperatura fría seca de la cabina de los aviones, hace que la comida no tenga sabor, como cuando se tiene un resfriado, se experimenta un fenómeno parecido.
Nuestra percepción de lo salado y lo dulce disminuye por lo menos un 30 por ciento en el aire, y nuestras vías respiratorias se secan lo que tampoco deja percibir los aromas y sabores de manera correcta.
Aunado a esto, el proceso de los alimentos en el avión son distintos. Una vez que la comida se prepara, son congelados y almacenados hasta que es momento de llevarlos a las aeronaves donde serán servidos a los pasajeros horas después de su preparación.
Para contrarrestar este sin sabor en el avión, Luftansa y sus chefs han realizado distintas pruebas para balancear los sabores y ofrecer comidas deliciosas a bordo, y lo que encontraron es que es necesario una equidad entre lo salado, dulce, ácido y amargo, así como de umami, un sabor relacionado con el glutamato, que se encuentra en el jitomate.
Es por esto que las aerolíneas compran más de 425 galones de jugo de tomate, para ofrecer en los aviones. Así que es muy probable que se popularice la idea de platillos preparados con jitomate para ofrecer en el avión.
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