Un proyecto de ley presentado en California haría ilegal que los restaurantes ofrezcan a sus clientes popotes de plástico, a menos de que ellos sean quienes los soliciten.
Ian Calderon, asambleísta demócrata, propone una multa de $25 a $1,000 dólares para quien los ponga al alcance de los comensales. O bien, hasta seis meses en la prisión del condado.
"Necesitamos crear conciencia sobre el tema de los popotes de plástico y sus efectos perjudiciales en nuestras calles y océanos", dijo en un comunicado.
La regla sólo se aplicaría en restaurantes, pero no en bares ni establecimientos de comida rápida como McDonalds o Burguer King, “detalle” que le valió críticas de ambientalistas.
Los usuarios de Twitter criticaron que se tomen medidas a medias. “¿Por qué no eliminan las pequeñas sombrillas que van en las bebidas?”, “¿qué pasa cuando me dan muchas servilletas?”, fueron algunos comentarios.
Otros apoyan a Calderon porque consideran que es un buen paso para crear conciencia sobre el uso de los popotes.
"El proyecto AB 1884 no es una prohibición. Es un pequeño paso para frenar nuestra dependencia de estos productos de conveniencia, lo que esperamos contribuya a un cambio en las actitudes y el uso del consumidor", dijo el legislador.