Nueva York dio creará un programa de asesoría migratoria para garantizar que todos los inmigrantes que habitan el estado, sin importar su estatus legal en Estados Unidos, cuenten con representación legal.
Andrew Cuomo, el gobernador de la entidad, indicó que el Fondo de Defensa para los Inmigrantes del Estado es el primer proyecto público y privado en el país que es impulsado por el gobierno estatal.
A decir del mandatario, el proyecto será administrado por la Oficina para los Nuevos Estadunidenses del gobierno estatal en alianza con organizaciones civiles, universidades locales, despachos y asociaciones legales.
Las leyes en Estados Unidos, según Cuomo, no garantizan que las personas en cortes de migración obtengan asesoría legal, a diferencia de los casos en juicios criminales, donde todos los individuos cuentan con representación de parte de abogados.
De acuerdo con estadísticas oficiales, la representación legal en un juicio de deportación en cortes de migración en Estados Unidos aumenta las posibilidades de que una persona gane su caso.
De esa forma, el programa anunciado con Cuomo arrancaría en medio de un clima de incertidumbre profunda respecto de las políticas que implementaría el presidente electo Donald Trump en torno de los inmigrantes indocumentados.
Además de ello, Cuomo también prometió impulsar la ley conocida como DREAM, que beneficia a los inmigrantes indocumentados que ingresaron a Estados Unidos siendo menores de 16 años de edad.
Esta ley permitiría a jóvenes indocumentados acceder a becas estatales y a los programas de ayuda financiera para pagar colegiaturas universitarias.
Estos beneficios, que ya son accesibles para los estudiantes indocumentados de las universidades del estado y la ciudad de Nueva York, SUNY y CUNY, serían extendidos a otras instituciones de educación superior.
Cuomo también propuso expandir los servicios de naturalización para que un mayor número de inmigrantes en Nueva York puedan financiar el proceso para convertirse en ciudadanos mediante una lotería que beneficiaría a más de mil personas.
El estado calcula que cerca de un millón de personas en Nueva York podrían acceder a la ciudadanía estadounidense, aunque carecen de recursos para pagar el procedimiento, que asciende a 725 dólares.