Las ciudades estadounidenses se viven a pie, pero se admiran desde las alturas. En el país existen diversos miradores de vértigo que hacen pasar a los visitantes las mejores horas de su viaje, al brindar vistas espectaculares y experiencias de lujo.
Uno de los favoritos por los viajeros es Top of the Rock, en el corazón Nueva York. Desde la cima del Rockefeller Center se avistan los edificios más famosos, Central Park y el Centro de Manhattan a 266 metros de altura.
No hay un límite sobre cuánto tiempo pueden permanecer los invitados en las plataformas de observación, pero la duración promedio de la estadía es de 45 minutos a una hora.
Si estás en Nueva York, también vale la pena visitar el Empire State. El rascacielos tiene 102 pisos y una altura de 381 metros. ¡Alcanza los 443 si se toma en cuenta su antena!
Cada año es visitado por casi 4 millones de turistas, una de sus actividades favoritas es mirar la ciudad desde su cima. Existen dos miradores, uno en la planta 86 (a 320 metros) y otro en la 102. Tú decides cuánta emoción quieres vivir.
Visitar Las Vegas y no subir a la Torre Stratosphere es un error. Es el edificio más alto en todo el estado de Nevada, con 350 metros de altura.
“Tiene dos miradores a 280 metros, uno interior y otro exterior. El interior tiene la particularidad de tener las paredes de cristal, con lo que produce cierto vértigo mirar al suelo”, señala su página de internet. En nuestra galería, otros miradores de vértigo que no puedes perderte.