Con una población de apenas 206 personas, Madrid, Nuevo México, es uno de los destinos más peculiares de Estados Unidos.
Su ambiente podría servir de escenografía para alguna película del viejo oeste y es un paraíso de nostalgia para los motociclistas que cruzan la famosa Ruta 66, que es una de las redes de carreteras más conocidas de Estados Unidos.
Las construcciones, los establecimientos y los caminos parecen estancados en la década de 1920, cuando se desarrolló esta ruta para cruzar el país entre Los Ángeles y Chicago.
Uno de sus principales fiestas es el Desfile Anual de Navidad, donde se dan cita los músicos locales y los comercios y domicilios se iluminan por las noches.
En Madrid se pueden hacer actividades como montar a caballo, hay galerías, artesanías de barro, joyerías y opciones de hospedaje Bed&Breakfast.
Las calles de Madrid han sido utilizadas como escenario de películas (Wild Hogs ) en la serie de Netflix Breaking Bad (Capítulo 14 de la quinta temporada).
Este pequeño poblado en el que apenas residen 80 familias fue creado por una compañía minera que explotaba los yacimientos de carbón a inicios del siglo 20.
Madrid se encuentra a unos 25 kilómetros al suroeste de Santa Fe, la capital de Nuevo México, y a unos 40 kilómetros del aeropuerto Albuquerque International Sunport.
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