Algunos de los eventos astronómicos más esperados del año se llevarán a cabo durante los cielos despejados de las noches de noviembre, manteniendo ocupados a los curiosos del espacio pendientes desde las puestas del Sol.
Y es que este mes es uno de los mejores meses para disfrutar de las lluvias de meteoritos, de la Luna llena de Castor y del paso de un cometa cerca de la Tierra.
Las condiciones climáticas de otoño y los cielos despejados que trae consigo en gran parte del hemisferio norte permitirán el avistamiento de la siguiente serie de espectáculos nocturnos.
Esta lluvia, que emana de la constelación Tauro, está asociada con los escombros del cometa 2P/Encke.
La lluvia arroja destellos fugaces de gran tamaño. Los científicos comparan el tamaño de los meteoritos con bolas de fuego del tamaño de una pelota de béisbol.
Los expertos estiman que la lluvia de las Táuridas del Sur llegará a su punto máximo entre el 4 y 5 de noviembre. Por su parte, las del Norte tendrán su punto máximo entre el 11 y 12 de noviembre.
Lemmon o C/2023 H2 es el próximo cometa que será visto desde la Tierra. Fue descubierto en abril de este año por el Mount Lemmon Survey, de Catalina Sky Survey.
Durante noviembre se acercará a su brillo a simple vista durante el atardecer. Los expertos de Star Walk dicen que el 10 de noviembre estará en su punto más cercano a la Tierra. Podrá verse con telescopios o binoculares.
El espectáculo se dará el 17 y 18 de noviembre en su punto máximo. Esta lluvia presenta de 10 a 15 estrellas fugaces por hora; hay ocasiones que la lluvia detona tormentas de meteoritos con miles atravesando el cielo.
Pueden ser vistas en la constelación de Leo, donde parecen emanar.
Entre el 21 y 22 de noviembre podrán verse los meteoritos Alfa Monocerótidas en su pico. La lluvia proviene de la constelación Monoceros y, según los científicos, su cuerpo principal o cuerpo del que se desprenden, cumple con su periodo orbital de aproximadamente 500 años.
En promedio, la lluvia puede desatar el paso de al menos 1000 meteoritos.
Comenzará a subir la Luna llena por los cielos oscuros después del atardecer del 27 de noviembre.
La Luna recibe el nombre de Beaver Moon, como se le conoce en inglés, debido a que es la época del año en que los castores comienzan a refugiarse en sus madrigueras con suficientes reservas de alimentos para el invierno.
Asimismo, durante noviembre, en la época del comercio de pieles de América del Norte, se daba la caza de castores para obtener su piel y usarla en el invierno, según detalla The Almanac.
Las Oriónidas de noviembre tendrán su pico entre el 27 y 28 en la constelación Orión, una de las más famosas y más visibles en el mundo.
Este año su brillo será opacado por el brillo de la Luna llena del Castor, que estará al 99 por ciento.