Agosto inicia y finaliza con dos de las cuatro Superlunas que tiene el año y ofrece varios eventos astronómicos igual de importantes y maravillosos durante todo el mes; uno de ellos la lluvia de meteoritos de las Perseidas.
Esta lluvia se trata de la más abundante de todo el año, que lanza cerca de 150 y 200 meteoritos por hora, como consecuencia es una de las mejores para los observadores y fanáticos de curiosos de la astronomía.
La lluvia de las Perseidas proviene de la constelación de Perseo, en el noreste y se aprecian en lo alto del norte, entre la medianoche y el amanecer.
De acuerdo con la Sociedad Estadounidense de Meteoros (AMS por sus siglas en inglés) la Tierra pasa por los escombros que el cometa Swift-Tuttle deja durante sus retornos al sistema solar interior; la lluvia parece venir justo desde la constelación.
Las lluvias parecen ser de estrellas fugaces a simple vista, pero en realidad son rocas espaciales que logran entrar a la atmósfera de la Tierra y algunas de ellas llegan a la superficie.
Las rocas pasan por aire caliente cuando entran a la atmósfera y ese aire es lo que comúnmente vemos brillar en el cielo, dice la NASA.
Cabe resaltar que científicamente se le llaman meteoroides cuando avanzan por el espacio, se convierten en meteoros cuando tocan la atmósfera de la Tierra y meteoritos cuando logran entrar a la superficie.
Normalmente, los meteoritos no llegan a tocar el suelo debido a que se deshacen por completo cuando rebasan la atmósfera, destaca la AMS.
La lluvia se dará el 13 de agosto en su punto máximo, a partir de medianoche; durante la madrugada del 14 también se podrán apreciar algunas con binoculares o telescopios.
Comenzarán a notarse la caída de algunas Perseidas desde temprano en el hemisferio norte, alrededor de las 9 pm o durante la medianoche en el hemisferio sur.
Mira hacia la constelación de Perseo, en el noreste para que puedas ubicar la lluvia entre toda la infinidad del cielo.
También conocidas como Kappa Cygnids, esta lluvia ocurrirá el 17 de agosto. A diferencia de las Perseidas, la lluvia de las K-Cygnids es más débil, aunque puede apreciarse con un telescopio. En esta ocasión, podrán verse fácilmente sin la luz del satélite natural, ya que estará en su fase de Luna Nueva.