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Nemo 33 es la alberca de uso deportivo más profunda del mundo. La puedes encontrar en Bruselas, Bélgica, en la Rue de Stalle straat 33. Tiene una capacidad de 2 mil 500 metros cúbicos de agua a una temperatura entre 30ºC a 33ºC, la cual es calentada mediante paneles solares.
En realidad se trata de un edificio dentro de otro. En el interior hay un enorme foso de buceo multinivel que alcanza 33 metros de profundidad, según la lectura del profundímetro digital. Los primeros 12 metros están sobre el nivel de la superficie, lo cual permite apreciar desde casi cualquier rincón del exterior lo que sucede dentro del foso de buceo a través de 14 ventanas. Nemo 33 se inauguró en 2004. Esta alberca fue concebida y diseñada por John Beernaerts, un ingeniero civil e instructor de buceo belga al que no le gustaba iniciar a los nuevos buceadores en canteras inundadas o en el Atlántico Norte, las dos opciones habituales del norte de Europa.
Para que el proyecto Nemo 33 diera a la luz, se trabajaron ocho años: cinco de diseño para solventar todos los problemas relacionados con la tecnología y otros tres de construcción. Se buscó la optimización de recursos y la sostenibilidad medioambiental de toda la instalación. El culpable de dar forma arquitectónica definitiva al proyecto de Beernaerts fue Sebastián Moreno-Vacca.
También tiene una zona de buceo bajo techo con dos cámaras de aire a -9m, donde es posible quitarse la máscara de buceo, y una estancia a -7m, donde se puede sacar todo el cuerpo del agua. La iluminación es natural y los ventanales superiores de la zona ayudan el acceso de luz mediante una serie de focos con temperatura similar a la del sol.
El nombre de la alberca es un homenaje a Julio Verne y al personaje del Capitán Nemo de su obra 20 000 leguas de viaje submarino. El 33 indica la profundidad que alcanza su vaso.
En nuestra galería te dejamos algunas albercas exóticas que puedes encontrar en Estados Unidos:
