Aunque las bajas temperaturas que está experimentando la Ciudad de México estos últimos días son casi congelantes, están lejos de originar una nevada como la que ocurrió en 1967.
El 11 de enero de 1967 fue la última vez que nevó en la CDMX y zona metropolitana, debido a que la temperatura bajó drásticamente hasta -4°C y se prestaron las condiciones atmosféricas para que sucediera.
La madrugada del 11 de enero de 1967, la nieve sorprendió a los capitalinos, dejando la fecha para la historia como un acontecimiento único en la vida e histórico, y como un día en el que la ciudad se sumergió en el caos total.
De acuerdo con los archivos históricos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en 1967, las nevadas en México comenzaron el 9 de enero al norte del país, y para la madrugada del 11 de enero llegaron al centro, incluida la Ciudad de México y zona metropolitana, donde se estaban experimentando temperaturas bajo cero.
Cerca de las dos de la madrugada del 11 empezó a nevar en el Paseo de la Reforma, cubriendo de blanco casi por completo el Ángel de la Independencia, la Glorieta de Diana la Cazadora o otros monumentos clave del entonces Distrito Federal.
La nieve alcanzó ocho centímetros de espesor en áreas de San Ángel, Chapultepec y el Zócalo capitalino, mientras que en otras partes alcanzó los cinco centímetros.
Debido a la altura, el Ajusco y Parres tuvieron hasta un metro de nieve y Toluca, en el Estado de México, tuvo casi 20 centímetros
Los periódicos de ese entonces llenaron sus primeras planas de las impresionantes fotografías con varios puntos de México pintados de blanco y con noticias acerca de la nevada histórica y del caos que ocasionó, entre autos atrapados en las carreteras, choques, vuelos cancelados, daños en la infraestructura, apagones masivos, árboles caídos y bloqueos.
Asimismo, también predominaron fotos de los mexicanos disfrutando de la nieve, jugando y haciendo muñecos de nieve.
Desde ese día, la Ciudad de México no ha experimentado una nevada, a pesar de las bajas temperaturas. Las ciudades del norte del país suelen experimentar nevadas drásticas a inicios del invierno meteorológico y hasta que termina la temporada.
Se tiene registro que hubo otras dos veces previas a esta en que México vio la nieve, en 1907 y 1920.
Durante otoño e invierno ocurren ciertos fenómenos meteorológicos que originan las nevadas, tormentas nieve o tormentas invernales en algunas partes de México como frentes fríos o masas de aire ártico.
En la Ciudad de México se experimentan las consecuencias de los frentes fríos como bajas temperaturas, aire helado o caída de aguanieve, pero no nieve como tal.
Los expertos en meteorología explican que, en general, sólo las partes altas del país como cúspides, sierras, montañas, volcanes y hasta estados con mayor altura sobre el nivel del mar pueden experimentar nieve.
Por su parte, el aire y las superficies deben estar muy frías para que caiga nieve, más o menos en temperaturas bajo cero; para que una tormenta de nieve se forme, el aire caliente debe elevarse sobre el aire frío, cuando se juntan, forman un frente y se produce una precipitación.
Meteored, sitio web especializado en la meteorología explica: “Como los vientos del polo norte empujan el aire frío hacia el ecuador y el aire caliente proveniente de la región ecuatorial va hacia los polos, la superficie terrestre se enfría rápidamente y entonces las gotas de agua que precipitan desde lo más alto de la nube en toman forma de copos de nieve”.