En las ciudades estadounidenses la ley obliga a los peatones a caminar hasta un cruce peatonal y a esperar la indicación del semáforo para atravesar una calle, de lo contrario un policía puede levantar una multa por el delito denominado "jaywalking".
El origen del término proviene de la década de 1920: el término "jay” describe a una persona inexperta que no sabe comportarse en la ciudad.
No existe una traducción literal al español, pero el término se interpreta como imprudencia al cruzar la calle.
El “jaywalking” se convirtió en delito en Estados Unidos desde la misma década de 1920, con el crecimiento de la industria automotriz.
Las penalidades varían en cada estado y cada entidad tiene sus propias tarifas, aplicando cobros desde 1 a mil dólares.
La idea de impedir la libertad de los peatones de cruzar en cualquier parte de la calle inició alrededor de 1912, al aprobarse un reglamento en Kansas City que estableció la obligación de utilizar los cruces peatonales.
En la década de 1920, se realizaron campañas que cambiaron la manera en que se percibe el dominio público de las calles, después de registrarse un incremento de accidentes viales entre peatones y automovilistas.
Previo al establecimiento de leyes de tránsito formales en Estados Unidos, los jueces típicamente determinaban que en cualquier choque el automóvil más grande tenía responsabilidad; en cuanto a la muerte de peatones, los automovilistas podían ser acusados de asesinato, sin importar las circunstancias del accidente.
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