Como exsenador por el sureño estado de Alabama, Sessions se había tornado uno de los más enérgicos defensores de una "mano dura" contra inmigrantes en situación irregular, y ello lo llevó a ser de los primeros en apoyar la candidatura presidencial de Trump.
Las "ciudades santuario" se niegan a cooperar con fuerzas federales en la identificación de inmigrantes en situación irregular, y determinan que la policía local no puede actuar como órgano de control migratorio.
En la actualidad hay unos 300 "santuarios" en todo Estados Unidos.
Sessions recordó este lunes el caso de un inmigrante, que ya había sido expulsado de Estados Unidos cinco veces anterioremente, que terminó involucrado en el asesinato de una joven en la ciudad californiana de San Francisco, una ciudad santuario.
En enero, la alcaldía de San Francisco -donde residen unos 30.000 inmigrantes en situación irregular- inició un proceso contra el gobierno federal después que el presidente Trump determinara el corte de fondos federales a esa ciudad.