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Una pasajera con una enfermedad pulmonar fue expulsada de un avión de Alaska Airlines por utilizar un casco respiratorio en lugar de un cubrebocas este fin de semana.
La mujer, de 75 años de edad, abordó el vuelo en el Aeropuerto Internacional de Fairbanks, en Alaska, con destino a Seattle, en el estado de Washington, donde recibiría un tratamiento médico.
Judy Ferguson subió a la aeronave con un cubrebocas N95 y al llegar a su asiento se retiró la mascarilla para utilizar un caso respiratorio, similar a los que utilizan los bomberos al momento de ingresar a un incendio.
La escritora contó a medios locales que un asistente de vuelo se acercó a ella para ordenarle quitarse el casco. Ella se negó y le comentó que padece fibrosis pulmonar y por seguridad no se lo debía retirar.
De acuerdo con la pasajera, el trabajador no le permitió explicarle que para ella era más seguro usar el casco que el cubrebocas, pues inmediatamente llamó a su supervisor.
Cuando llegó una agente de seguridad, la mujer se quitó el casco respiratorio y volvió a usar el cubrebocas N95. Ferguson argumentó que un médico le señaló que las mascarillas ofrecen protección durante 20 minutos en espacios cerrados, y ella volaría por más de cuatro horas.
Sin embargo, los trabajadores de Alaska Airlines le indicaron que estaba violando su política de medidas canitarias ante el Covid-19, tomaron su equipaje y la obligaron a salir del avión.
Por su parte, la aerolínea y autoridades del aeropuerto de Fairbanks afirmaron que el costo del boleto de avión de la escritora fue reembolsado y se abrió una investigación sobre los hechos.
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