Las cavernas o cuevas pueden tener mala reputación, pero algunas son magníficas obras de la naturaleza.
Unos buenos zapatos con tracción (de preferencia no chancletitas), ropa cómoda que no te importe ensuciar o ropa fácil de quitar son algunas de las sugerencias para los visitantes.
La razón es que al estar bajo tierra las temperaturas en las cavernas son más bajas y estables.
Asimismo, se puede sentir una falta de oxígeno al entrar en ellas.
Pero una vez adentro el turista se sumerge en un mundo fantástico.
De acuerdo al Sistema Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), las cavernas son de distinto tipo de roca y son el resultado de diferentes procesos geológicos.
Las cavernas pueden ir desde una solo salón a pasajes interconectados por miles de millas.
La ciencia que estudia la el origen, la forma, naturaleza de las cavernas, su fauna y flora es la espeleología.
Entre la fauna más notoria que suele habitar estos parajes bajo tierra figuran las colonias de murciélagos.
Asimismo, de acuerdo a USGS las cavernas pueden ser de distintos tipos con túneles formados por el movimiento subterráneo del agua, por el golpe de las olas del mar, por el paso de lava volcánica o por el derretimiento de agua en los glaciares.
Estados Unidos tiene en su territorio cavernas y sistemas de cavernas que reciben miles de visitantes cada año.
De hecho, el Parque Nacional Mammoth Cave (Kentucky) es el sistema de cavernas más grande del mundo, con más de 400 millas (643 kilómetros), según el Sistema de Parques Nacionales.
Esta caverna se calcula se formó hace diez millones de años.
Visita nuestra galería para conocer diez cavernas en Estados Unidos que puedes visitar.