Casarse con el objeto de obtener la residencia legal en Estados Unidos es considerado fraude bajo las leyes de inmigración de Estados Unidos y las consecuencias pueden ser muy graves, aun si no hubo una compensación económica de por medio, de acuerdo con All Law.
Los responsables de fraude matrimonial, tanto el ciudadano estadounidense como el inmigrante, se ven expuestos a cargos criminales y el segundo se expone a la deportación y a la prohibición de volver a ingresar al país por un largo periodo o a solicitar una residencia de por vida.
El proceso para la obtención de la “Green Card” para el inmigrante es más que casarse y presentar una solicitud, detalla el sitio All Law. Las leyes de inmigración han establecido una serie de pasos para la obtención de la residencia basada en el matrimonio, mediante el cual la pareja debe demostrar que se trata de un matrimonio genuino.
De acuerdo con La Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS), la oficina se toma muy en serio el trabajo de hacer cumplir las leyes de inmigración y advirtió que todas las solicitudes de ajuste de status legal se someten a exhaustivos controles de antecedentes y seguridad, para detectar cualquier matrimonio fraudulento.
La USCIS revisa cada caso individualmente para asegurar que la evidencia presentada de que se trata de un matrimonio de buena fe, sea válida, y en caso de dudas se establecen entrevistas con los solicitantes.
De acuerdo con Jesús Peña un experto legal citado por la cadena Telemundo, la incertidumbre causada por la elección de Donald Trump como presidente en la comunidad latina de Estados Unidos, ha provocado que muchas personas estén pensando en casarse solamente por adquirir sus documentos legales.
Los responsables de un caso de matrimonio fraudulento podrían alcanzar penas de prisión de 5 años y multas de hasta 250 mil dólares.