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La Organización Mundial de la Salud señala que 1 de cada 160 niños tiene un trastorno del espectro autista. Este trastorno afecta la comunicación y el comportamiento.
Según la Asociación Americana de Psiquiatría, las personas con trastorno autista tienen dificultad con la comunicación e interacción con otras personas.
Suelen tener intereses restringidos y comportamientos repetitivos. Se enojan por cambios en la rutina y son más o menos sensibles que otras personas a la luz, el ruido, la ropa o la temperatura.
Algunas industrias están realizando esfuerzos para mejorar su atención a las personas con autismo. Hace unos días, Aquatica Orlando se convirtió en el primer parque acuático con certificación de autismo.
Después de asociarse con la Junta Internacional de Credenciales y Estándares de Educación Continua (IBCCES), obtuvo el título de Centro de Autismo Certificado.
Su personal recibe capacitación especializada para garantizar que tengan los conocimientos, las habilidades, el temperamento y la experiencia para atender a todos los niños, incluidos aquellos con necesidades especiales.
Los enfoques de capacitación incluyen: conciencia sensorial, habilidades motoras, visión general del autismo, desarrollo de programas, habilidades sociales, comunicación, medio ambiente y conciencia emocional.
Cuentan con zonas de tranquilidad y alivio de la estimulación sensorial. Las habitaciones tienen iluminación ajustable y áreas libres de ruido. Además hay experiencias sensoriales en toboganes y piscinas, en función del sonido, olfato, vista y tacto.
Otros parques temáticos también están creando espacios incluyentes para las personas con autismo. Sesame Place, en Filadelfia, fue el primero en certificarse en 2018.
Sus habitaciones tienen iluminación que puede regularse, áreas de descanso e incluso ofrecen audífonos de cancelación de ruido. Los niños también pueden participar en un desfile de abrazos con los personajes de Plaza Sésamo.