La nueva expansión del Museo de Arte Moderno de Nueva York, de 450 millones de dólares y casi 4.400 metros cuadrados (47.000 pies cuadrados), ofrece a los visitantes algo más que el muy necesario espacio vital.
Enfatiza nuevas yuxtaposiciones de obras para incentivar perspectivas más amplias además de nuevas narrativas.
El MoMA renovado, con un tercio más de espacio que el anterior, abre al público el 21 de octubre.
Aunque piezas emblemáticas de artistas como Monet, Van Gogh, Picasso y Pollock se mantienen, como se espera, a la vista, se invita a la gente a verlas con otros ojos, ahora expuestas junto a otras obras menos conocidas de mujeres y minorías, y artistas de lugares como África, Suramérica y Asia.
Se trata de repensar lo conocido y hacer que el modernismo vuelva a parecer novedoso y desafiante.
"A veces incluso unas yuxtaposiciones pequeñas pueden tener un gran impacto", dijo Jodi Hauptmann, curadora sénior de dibujos y grabados en el MoMA.
"En el quinto piso, por ejemplo, ‘La noche estrellada’ de Van Gogh ahora se encuentra en la misma galería que una colección de cerámicas hechas en la misma época por George Ohr, de Biloxi, Mississippi. Es interesante ver esas cosas juntas".
La obra de Picasso "Les Demoiselles d'Avignon" de 1907 ahora comparte un mismo espacio con una pintura de 1967 de la artista afroestadounidense Faith Ringgold que muestra un tiroteo interracial.
Ver los dos cuadros juntos le da a ambos una nueva perspectiva, y parece enfatizar la violencia en los cuerpos fracturados de Picasso.
"Inspirados en la visión original de Alfred Barr de ser un museo experimental en Nueva York, el valor real de esta expansión no es sólo el espacio adicional, sino un espacio que nos permite repensar la experiencia del arte en el museo", dijo Glenn D. Lowry, director del MoMA.
Para seguir creando yuxtaposiciones frescas, presentar más obras de la colección permanente del museo y enfocarse más en el multiculturalismo, el renovado MoMA promete rotar muchas de las obras en sus galerías cada seis meses.
"Es una oportunidad para mostrarle a los visitantes lo que el museo ha estado coleccionando estos últimos años", dice Michelle Elligott, directora de colecciones de archivo, biblioteca e investigación.
En algunas de las galerías se mezclan escultura, pintura, diseño, fotografía y cine.
"Hemos traído varios departamentos a la conversación, lo cual permite a los visitantes explorar qué estaban haciendo distintos artistas en un mismo período", dijo Martino Stierli, principal curador de arquitectura y diseño del museo.
Otras galerías continúan enfocándose en una sola técnica. Juliet Kinchin, curadora en el departamento de arquitectura y diseño, explicó que "cada piso tiene un marco cronológico general, pero dentro de cada marco hay más flexibilidad, con brotes ocasionales para crear un diálogo".
"Estamos tratando de tener algunas áreas que estén completamente integradas en términos de departamentos, y otras donde uno pueda realmente enfocarse sólo en una técnica particular", dijo.
Para ayudar a aliviar a las multitudes, el MoMA ahora tiene dos entradas en lugar de una.
Como siempre, se puede ingresar por el vestíbulo principal desde las calles 53 o 54 Oeste, caminar hacia el Jardín de Escultura y subir desde allí a las galerías.
Y ahora también se puede ingresar por una nueva ala ubicada del otro lado.
La expansión, desarrollada por el MoMA con los arquitectos Diller Scofidio + Renfro en colaboración con Gensler, también incluye un primer piso más amplio con dos nuevas galerías, que está abierto gratuitamente al público.
También hay un estudio nuevo para programación en vivo o experimental, incluyendo música, sonido, palabra hablada y enfoques expandidos de la imagen en movimiento.
"La idea es que el museo sea ahora un destino más interesante tanto para viejos visitantes como para aquellos que visitan el museo por primera vez”, dijo Elligott.