Al planear esas próximas vacaciones lo más probable es que un crucero sea uno de los planes sugeridos, pero ¿qué pasa si en vez de irse de vacaciones planea usar el barco como su residencia permanente?
Esa es la historia de Mario Salcedo, hijo de padres exilados de Cuba, quien vivió en Miami casi toda su vida, pero quien por los últimos 20 años ha vivido en un crucero.
De acuerdo a la historia publicada en Royal Caribbean, a "Super Mario" como fue bautizado por un miembro de la triuplación, le entró la pasión por los cruceros cuando tenía que viajar por su trabajo de negocios internacionales a las islas del Caribe.
Cuando se le presentó la oportunidad en los años 90, Salcedo tomó el primer viaje (no en Royal Caribbean), y el resto es historia... se enamoró del estilo de vida, no para salir de vacaciones, sino como forma de vivir todos los días.
Mario decicidió dejar el mundo corporativo a sus 48 años, continúan diciendo en la nota, y decidió comprar 6 cruceros seguidos en distintas compañías martítimas, viajando por distintas rutas sin compromiso alguno con nadie.
Fue en el 2007 cuando su lealtad cambió y se enamoró del Liberty de Royal Caribbean, en donde fue adoptado por la tripulación después de viajar en ese barco 100 veces contínuas durante 4 años.
Cuando le preguntan por qué le gustan los cruceros, Salcedo dice: Socializar y conocer gente de todo el mundo, el sentir tener una familia en la amigable tripulación, y la oportunidad de llevar una vida interesante sin tener el estrés de un horario. En Miami él tiene un apartamento que sólo visita cuando tiene que ir a los doctores, o papeleo, por lo que los únicos que viven allí son los recuerdos de todas sus travesías en el mar.
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