A pesar de haber sido construído por amor en una isla con el nombre y forma de corazón, este castillo no tuvo un final feliz.
George C. Boldt, propietario del prestigiado Hotel Waldorf-Astoria en Nueva York y el Bellevue-Stratford Hotel en Philadelphia, mandó a construír el Castillo Boldt a principios de 1900, en honor y por amor a su esposa Louis Kehrer.
Lamentablemente cuatro años después del inicio de la construcción, Louis murió en 1904 repentinamente dejando a Boldt en un luto permanente. Debido a su dolor, el castillo fue abandonado y nunca más fue habitado.
A pesar que la familia era dueña de otra casa de campo con una extensión amplia en una de las islas vecinas en donde tenían una granja, canales, cancha de golf y tenis, establos y un campo de polo, el señor Boldt nunca regresó jamás al área.
Después de su abandono el Castillo Boldt fue comprado por The Thousand Islands Bridge Authority por 1 dólar en 1977, y desde entonces se inició una extensa renovación de las estructuras que por descuido necesitaron de una gran inversión.
Hoy en día es un museo abierto al público que visita ya sea las Cataratas del Niágara, o viaja al Canadá desde Estados Unidos.
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