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Sin lugar a dudas, las fascinantes auroras boreales impresionan a todo aquel que las mira y Alaska ofrece esta oportunidad a todos los viajeros que visitan este lugar en busca de nuevas aventuras. La experiencia no termina aquí, ya que también puedes realizar otras actividades invernales; tales como paseos en motos de nieve, trineo de perros, esquí, festivales y eventos deportivos.
Las también llamadas luces del norte se localizan a unas 60 o 70 millas por encima de la superficie de la tierra y pueden extenderse a numerosas millas en el espacio. Éstas se producen cuando una expulsión de partículas solares cargadas choca con la magnetosfera de la Tierra y dichas partículas son atraídas por el campo magnético formado por líneas invisibles que se despreden de los polos.
Estando el hemisferio dentro los polos al anochecer, otras líneas de campo magnético que contienen energía (rayos solares) que se va almacenando, expulsan la misma cuando se excede el almacenamiento, cual radiaciones electromagnéticas sobre la ionosfera terrestre. Es así como se dibujan en el cielo nocturno estas maravillas de la naturaleza y al ser energía condensada se reflejan en forma de luz.
El color más común de estas luces es amarillo verdoso brillante, pero también pueden presentarse auroras con matices rojos, azules y morados. Aunque dichos fenómenos pueden verse en las 4 estaciones del año, se recomienda contemplarlas entre agosto y abril.
El mejor sitio para acudir es Fairbanks, ya que este lugar ofrece cielos claros y oscuros que permiten una vista más clara y óptima. Lo mejor de todo es que no necesitas de un hotel para realizar tu visita, gracias a que Borealis Basecamp ofrece la oportunidad de instalarse en uno de sus varios iglúes.
Borealis Basecamp se encuentra ubicado a 40 kilómetros de Fairbanks a lo largo de la autopista Elliott en Alaska y está conformado por un bosque boreal, lugar perfecto para observar las auroras. Dentro de dicho bosque se localizan los iglués, interiores acogedores que te permitirán descansar mucho mejor que en cualquier otro lugar. Los iglúes son de fibra de vidrio, elaborados con la más alta calidad, con techos transparentes y compuestos por ventanas curvas que facilitan la vista, además de un cómodo dormitorio con ropa de cama de lujo, una cocina pequeña y un baño.
En cuanto a la comida el personal del lugar, puede crear un menú personalizado de acuerdo al gusto de los visitantes con el fin de ofrecerles la mejor experiencia culinaria de Alaska. Es importante agregar que la cocina no cuenta con estufa, por lo que se recomienda el programa de comidas Borealis Basecamp para desayuno, almuerzo y cena. Si deseas puedes degustar tus alimentos en una espaciosa yurta artesanal que es el lugar de encuentro para los huéspedes, donde puedes jugar juegos de mesa o leer y está disponible las 24 horas. A las afueras del iglú, la zona cuenta con senderos, raquetas de nieve, pozos de fuego, motos de grasa, pesca en el hielo y trineos de perros.
Los precios varían según el tipo de huéspedes, entre las categorías de adultos, bebés menores de 2 años y niños de 2 a 12 años. Únicamente pueden instalarse 2 huéspedes como máximo. Los bebés no se incluyen en la suma y el costo por huésped es de $7264 dólares por noche. Para hacer una reservación y presupuesto personalizado ingresa al portal de Borealis Basecamop.
No te quedes sin disfrutar de este increíble lugar y contempla todos los rincones que Alaska te ofrece.
