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Dos personas resultaron heridas el domingo por la noche en Austin (Texas) por la explosión de otro misterioso paquete bomba, el cuarto del mismo tipo que se registró en el último mes en esa ciudad estadounidense y que hace temer con un atacante serial, informó la policía este lunes.
"Claramente estamos lidiando con lo que esperamos que sea un bombardero en serie en este momento, basado en las similitudes que ahora tuvimos con este cuarto dispositivo", subrayó Brian Manley, jefe de policía de Austin, en una conferencia de prensa este lunes en Texas.
Esta explosión se produjo unas horas después de un exhorto de las autoridades al autor o autores de los ataques anteriores que provocaron dos muertos y varios heridos en Austin, ciudad de un millón de habitantes y capital de Texas.
El servicio de emergencia médica del condado explicó en la red Twitter que transportó al hospital a los dos hombres seriamente heridos, luego de informaciones que daban cuenta de una explosión hacia las 20H30 locales (01H30 GMT del lunes).
Las víctimas son "dos hombres de 22 y 23 años, dos hombres anglosajones", declaró Brian Manley a los periodistas, para luego afirmar que ambos estaban en un hospital, con "lesiones significativas", pero "en condición estable".
Tras la explosión, las autoridades acordonaron un radio de 0,8 kilómetros de un barrio residencial de la capital de Texas y pidieron a los residentes que permanezcan en casa hasta nuevo aviso.
Si bien inicialmente privilegiaba la pista de crímenes de odio racial, luego se relativizó la sospecha al registrarse dos víctimas blancas.
"¿Esto es terrorismo? ¿Es algo vinculado al odio?", se preguntó Manley para luego destacar: "Como dijimos desde el principio, no estábamos dispuestos a clasificar esto como terrorismo, como odio, porque simplemente no sabemos lo suficiente", dijo más temprano Manley a los periodistas.
Acotó que el o los responsables parecen haber entrado en un modo de ataque "aleatorio" y más "sofisticado".
Los anteriores paquetes bomba causaron la muerte de dos afro-americanos, un hombre de 39 años el 2 de marzo y un joven de 17 años el 12 de marzo. Además, en esa última fecha también resultaron heridas por paquetes similares dos mujeres: una de ellas gravemente, una hispana de 72 años.
La policía estableció una conexión con los anteriores ataques. En cada ocasión los explosivos colocados en una caja son dejados directamente en el lugar y no entregados por el correo, y los artefactos explosivos fueron fabricados con componentes de venta libre en ferreterías.
La hipótesis inicial de trabajo de los investigadores era que el ataque del domingo tiene una relación con las tres explosiones registradas anteriormente, precisó Manley, según el Austin-American Statesman, principal periódico de Austin.
En una conferencia de prensa posterior realizada este lunes, Manley dijo que el explosivo del domingo podría haber sido activado por un cable trampa, a diferencia de las bombas anteriores.
Es "muy posible" que haya sido "activado por alguien que manipuló, pateó o entró en contacto con un cable trampa que activó el dispositivo", destacó el jerarca policial.
"Definitivamente hemos visto un cambio en el método que este sospechoso o sospechosos está o están usando", dijo. "Ahora necesitamos tener un nivel extra de vigilancia y prestar atención a cualquier dispositivo sospechoso, ya sea un paquete, una bolsa, una mochila, cualquier cosa que parezca fuera de lugar", acotó.
Además, señaló que las dos víctimas o bien iban en sus bicicletas o llevándolas, cuando los paquetes sospechosos detonaron a un lado de la calle.
- Se busca -
Una fuerza especial de centenares de policías trabaja en este caso, incluso con apoyo de expertos de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego (ATF).
El domingo durante el día Manley envió un mensaje al autor o autores de estos ataques.
"Queremos comprender lo que le llevó a hacer eso y queremos escucharlo", declaró.
La policía anunció que la recompensa ofrecida por toda información que conduzca a un arresto fue aumentada a 115.000 dólares.
El alcalde de Austin, Steve Adler, dijo que la búsqueda y arresto del o los autores "es la máxima prioridad" de la ciudad.
"Tenemos a algunas de las mejores personas de las fuerzas de la ley para lidiar con esto. Hay un ejército de agentes federales", dijo Adler en el programa de ABC "Good Morning America".
"Vamos a descubrir quien fue responsable de esto y lo vamos a detener", enfatizó Adler.
Desde que comenzaron los episodios de explosiones la policía respondió a unas 700 llamadas de paquetes sospechosos, indicó el Austin-American Statesman