El Día de la Candelaria 2025, una de las festividades vinculadas a la Navidad y Día de Reyes que cierra la temporada con broche de oro, está pronto a ocurrir en México el 2 de febrero con un máximo protagonista: el tamal.
Esta celebración es característica en el país por llevarse a cabo con la degustación de deliciosos tamales en sus diferentes versiones, y es que tradicionalmente el 2 de febrero la gente paga los tamales por haber encontrado al niño Dios o “el muñeco” dentro de la rosca de reyes.
Previo al Día de la Candelaria, el sitio web Taste Atlas, especialista en rankear la mejor comida del mundo, preparó un especial de tamales, en el que dice qué país tiene los mejores y en qué establecimientos encontrarlos.
A pesar de que es un alimento tradicional e histórico mexicano, México no figura en el primer lugar de la lista de los mejores tamales del mundo, ya que otros países han adoptado el platillo a su manera y han conquistado paladares con sus sabores. Sigue leyendo para conocer más detalles.
Los paches se hacen a base de puré de papa en lugar de maíz; se complementa con achiote en polvo, pimienta gorda y manteca de cerdo. Se rellenan con carne, tomates, cebolla verde, ajo, chiles y pimientos morrones, y se envuelven en hojas de plátano para cocer a vapor.
Se trata de un tipo de tamal tradicional elaborado a base de masa de maíz y relleno de pollo o cerdo dentro de hojas de plátano. Su elaboración incluye pimientos morrones, ajos, papas, arroz, naranja agria, cebolla, menta y una variedad de chiles.
El tamalito de Perú es pequeño y seco. Se hace con la mezcla de maíz verde con manteca de cerdo, se envuelve en hojas de maíz y se cuece a vapor.
Por lo general, el tamalito es un aperitivo ligero, no un platillo completo; en ocasiones se sirve como guarnición de los platos fuertes y se acompaña con salsa criolla.
La versión Corunda de Michoacán, México es el segundo mejor tamal del mundo, según el ranking. Está hecho con masa de harina de maíz y relleno de queso doblecrema y chiles poblanos en rodajas; el tamal a veces puede servirse sin relleno y cubiertos con crema o salsa picante.
Este tamal no siempre cumple con la forma y envoltorio de los tamales convencionales, sino que se moldea en forma de pirámide y se envuelve en horas de tallo de maíz verde.
A diferencia de los tamales en la CDMX que se consumen diario y ganan especial popularidad en el Día de la Candelaria, las corundas son populares especialmente en Día de Muertos.
Para Taste Atlas, los mejores tamales corundas se encuentran en establecimientos como Restaurante Doña Paca, en Pátzcuaro, y Cenaduría Lupita, en Morelia.
Esta versión de los tamales obtiene su nombre de la región de Tolima. Se elabora con masa de maíz, arvejas, zanahorias, papas, pollo, cerdo, arroz y especias; se envuelven en hojas de plátano y se hierven por cuatro horas.
Otros tamales mexicanos que considera Taste Atlas en su listado son los tamales de capitas o siete cueros originarios de Oaxaca. Estos tamales consisten en una masa de maíz rellena con una pasta de chiles asados, cebollas, horas de aguacate asadas, ajo y frijoles negros; en el listado se encuentra en el lugar 11.
Para todos aquellos que no conocen los tamales o no saben la historia que hay detrás de ellos, aquí está una breve explicación de su existencia y elaboración.
El tamal es un platillo mexicano que data de la época de los aztecas, entre los años 1345 y 1521. Su elaboración consiste de masa de maíz con relleno, dulce o salado, se envuelve en hojas de maíz u hojas de plátano y se pone a cocer al vapor.
Tradicionalmente, los tamales salados llevan chile rojo, chile verde, mole, e incluso frijoles, acompañados con carne de res, carne de puerco, pollo, rajas o queso. Los dulces suelen ser de masa de fresa, piña, zarzamora y hasta de chocolate; también pueden ser rellenos con frutas de los sabores en cuestión como cubos de piña u otros topics como pasas.
El hecho de que vayan acompañados con alguna salsa o sabor no es una regla, depende del lugar en la República Mexicana donde se elaboren. En la Ciudad de México es casi una norma que vayan rellenos y hasta acompañados de un bolillo (guajolota) y un atole de masa o chocolate, pero en otros lugares sólo se sirve la masa seca y se le puede poner el guisado a parte.