Tres turistas estadounidenses fueron detenidas por agredir a agentes de las fuerzas del orden en un incidente protagonizado por no seguir los protocolos de seguridad sanitarios cuando un avión iba a despegar del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín, en San Juan, rumbo a Fort Lauderdale, en el estado de Florida (EE.UU.).
La Policía de Puerto Rico informó este lunes a través de un comunicado que la detención de las mujeres comenzó en el interior del vuelo 851 de la línea aérea Spirit, que luego continuaría en el área de embarque, donde se registró un tumulto en el que participaron otros turistas.
Las autoridades identificaron a las detenidas como Naromie St Ange, Sheila Edouard y Cynthia Augustin, todas residentes en el estado de Florida y que protagonizaron el incidente la tarde del domingo, el cual fue divulgado a través de las redes sociales.
El suceso se desató poco después de las 05.00 de la tarde en el interior de un avión de la aerolínea Spirit.
El comunicado policial señala que las detenidas "asumieron un comportamiento inadecuado" en el interior del avión, negándose a seguir las reglas impartidas por la línea aérea, por lo que su comportamiento "se tornó agresivo provocando un motín que involucraba a los demás pasajeros".
La tripulación se comunicó con la Policía, llegando hasta el avión dos agentes, quienes fueron agredidos por las turistas estadounidenses.
Debido a la agresión a los agentes, las pasajeras fueron puestas bajo arresto una vez llevadas al área de embarque.
Edouard causó además daños al área del mostrador de la línea aérea Spirit.
Este caso será consultado con el fiscal de turno para la correspondiente radicación de cargos, según el comunicado policial.
Los casos de incidentes protagonizados por turistas estadounidenses en Puerto Rico han aumentado durante las últimas semanas coincidiendo con las vacaciones primaverales de los estudiantes y las de Semana Santa.
Los medios, durante las últimas semanas, informan de forma recurrente de incidentes en los que están implicados turistas, lo que ha provocado recelo por parte de la ciudadanía hacia unos visitantes catalogados por algunos como "turismo de borrachera".
En los últimos meses debido, entre otras razones, a una bajada en el precio de los billetes de avión y la flexibilización desde enero de las medidas anticovid-19 en la isla, se han abarrotado hoteles y locales de ocio y ha aumentado el turismo de bajo costo.