A Claude Monet debemos la corriente artística del Impresionismo. Como pintor, el francés nacido el 14 de noviembre de 1840 mostró un singular interés por retratar la naturaleza y plasmar su propia percepción de la misma.
Fue a través de su obra Impression, soleil levant que nació el impresionismo, y pocos se aferraron tanto a su filosofía como Monet. Fue por eso que, como lo notamos en sus obras, Monet pasaba horas retratando una y otra vez una misma escena. El objetivo era descubrir cómo la naturaleza se va modificando a lo largo del día, y también del año o del paso del tiempo.
Como resultado, hoy podemos apreciar sus espectaculares interpretaciones de la campiña francesa. Entre sus obras más reconocidas destacan las series de estanques y lirios acuáticos, que seguramente te has encontrado en más de un museo en el mundo.
Tenemos la fortuna de que Monet trabajó mucho durante su vida. Además también se interesó en propagar y compartir su obra. Esto, sumado al desarrollo natural de la globalización, nos ha permitido ser testigos de sus obras originales, sin necesidad de movernos hasta donde las efectuó.
Tan solo en Estados Unidos, existen más de 50 museos que exhiben al menos una obra de Monet como parte de su colección permanente. A esto podemos sumar las exposiciones temporales que se presentan a lo largo del año donde Monet es el centro de atención.
Ya sea que estés paseando por Nueva York y Boston, o que hayas decidido pasar unos días en San Antonio o Pheonix, te recomendamos revisar la lista de museos y tomarte un par de horas para explorar las obras de Monet que tienen en exposición.