La batalla por el derecho a reclinar el asiento del avión, por un lado, y el otro, el derecho a que no te aplasten las rodillas, si estás sentado detrás del reclinado parece no terminar.
Por eso un par de investigadores de la Universidad de Nueva York decidieron hacer un estudio en donde se les dijo a los participantes, viajeros frecuentes, que una nueva política de la aerolínea permitiría que los pasajeros pagaran para poder reclinarse, o bien pagaran para que el pasajero de enfrente no lo hiciera.
Dinero o no, la batalla por el derecho a reclinarse es incendiaria, mientras que el pasajero tiene el derecho a hacerlo, más de 4 de cada 10 personas creen que es rudo.
“Reclinar el asiento en un avión es pura maldad” afirma Dan Kois, el inventor de Knee Defender (Defensor de rodillas) y objeto que se coloca en las rodillas para evitar que se lastimen al ser aplastadas por un pasajero reclinador.
Otros creen que reclinarse en su derecho. “No me considero egoísta o alguien que actúa atropellando el espacio y la privacidad de otros por hacer uso del espacio por el que he pagado” afirma Katherine LaGrave de Conde Nast Traveler.
De acuerdo al estudio, i de cada 5 pasajeros dicen no reclinarse nunca. 30% afirman que solo ocasionalmente, 14% que la mitad de las veces, 20% que normalmente lo hacen y solo el 14% lo hacen siempre.
Ya sea que seas un pasajero que pelea su derecho a reclinarse, o uno que odia que lo hagan, ¿Pagarías por reclinarte o que no se reclinen en frente de ti en el avión?