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La “Cascada de Fuego” es una de las atracciones más famosas y espectaculares del Parque Nacional de Yosemite, en California, aunque verla es casi cuestión de suerte.
Cada año, si las condiciones meteorológicas lo permiten, el borde de una montaña del parque se enciende con el reflejo de la luz solar y crea la ilusión de que llamas intensas caen desde la cima.
No obstante, cualquier cambio en el clima puede impedir el efecto. Un poco de neblina o nubosidad arruinarán la cascada naranja, por lo que es vital tener un cielo completamente despejado durante la puesta de sol.
Además, si el invierno no provocó suficiente hielo, la cascada no tendrá la cantidad necesaria de agua para ofrecer el espectáculo. Al terminar el deshielo, la formación se queda sin agua y no podrá apreciarse hasta el siguiente invierno, de acuerdo con el Sistema de Parques Nacionales de Estados Unidos.
Este fenómeno único atrae a cientos de visitantes y fotógrafos que quieren ser testigos de la “Cascada de Fuego”. Incluso, acampan durante días en el Valle de Yosemite por si en uno de los días el clima no lo permite.
Debido a que permanece el frío del invierno, lo más recomendable es llevar ropa abrigadora, así como linternas y alimentos suficientes para el tiempo de espera.
¿Dónde ver la Cascada de Fuego en el Parque Nacional de Yosemite?
La espectacular ilusión óptica toma como sede el borde oriental de la formación rocosa conocida como “El Capitán”.
No es posible llegar en automóvil hasta ahí. El estacionamiento más cercano está en Yosemite Falls y luego es necesario caminar 2.4 kilómetros hasta la zona de observación.
¿Cuándo ver la Cascada de Fuego en el Parque Nacional de Yosemite?
Es imposible conocer fecha exacta en que aparecerá la “Cascada de Fuego”, pero generalmente se registra a inicios del mes de febrero, cuando se comienza a derretir el hielo y la nieve que se formó en Yosemite durante el invierno.
Cuando comienza el deshielo aparece la Cascada de Cola de Caballo (Horsetail Fall), pero al atardecer, la luz del sol “enciende” el agua y le otorga un color naranja tan intenso como la lava.
La cascada mide aproximadamente 650 metros y el agua fluye en dos caudales, por periodos de tiempo breves.