El clima de Los Ángeles es cálido durante casi todo el año, sin embargo existen temporadas en las que el estado del tiempo es más propicio para disfrutar de ciertas actividades.
Los viajes a la playa son recomendables hacia el final del verano, ya que la temperatura del agua del mar se eleva ligeramente, además hay más probabilidad de encontrar habitaciones disponibles en hoteles, una vez que terminaron las vacaciones y eventos como los premios Óscar, Emmy y Grammy.
En cuanto a los precios de comida y costos de admisión en las atracciones turísticas de L.A., estos se mantienen constantes a lo largo del año.
Si se realiza una reservación, es recomendable hacerla con varios meses de anticipación, especialmente en hoteles cercanos a la playa cuando la visita está contemplada durante días festivos y de verano.
Si por el contrario se busca alojamiento para un fin de semana, existe una gran probabilidad de conseguir buenos precios con al menos un mes de antelación.
Es importante tener en cuenta que los meses de junio a agosto son considerados como temporada alta, mientras que de septiembre a mayo son temporada media.
En L.A. no existe una verdadera temporada baja, por lo que no hay un período preciso para conseguir ofertas de viajes, pese a ello muchas compañías aéreas ofertan vuelos a buen precio hacia alguno de los aeropuertos de la zona.