Chicago es una de las ciudades favoritas de los turistas que viajan a Estados Unidos y cada vez más personas la consideran tan vibrante como Nueva York en cuanto a atracciones.
Y es que la Ciudad de los Vientos tiene imponentes edificios que conforman un paisaje espectacular con el río, arte urbano en las calles, playas para la diversión infinita, miradores de vértigo, museos con amplias colecciones y una escena gastronómica de altura.
Chicago tiene todo lo que necesitas para pasar unas vacaciones inolvidables pero, ¿cuál es el mejor momento para viajar? Eso dependerá del tipo de viaje que busques. Enlistamos las ventajas y desventajas de cada temporada.
Son los meses más baratos para viajar a Chicago porque el invierno es muy crudo, con temperaturas por debajo de los 0°C. Debido al ambiente gélido, casi no hay atracciones al aire libre y algunos recintos turísticos –como miradores– cierran por tormentas de nieve. Conforme se acerca la primavera, el clima mejora.
Si amas la nieve, quieres patinar sobre la pista de hielo en Millenium Park y ver el Lago Michigan congelado, viaja en enero. En febrero aumentan las tormentas.
Las temperaturas durante abril y mayo van de los 10°C a los 21°C. No obstante, hay probabilidad de lluvia durante estos meses y es mejor que vayas preparado con una chamarra ligera.
La buena noticia es que aumentan las actividades al aire libre como conciertos, eventos deportivos, festivales gastronómicos y más. También encontrarás menos multitudes en los miradores y museos, pues los turistas se aglomeran más en el verano que en la primavera.
El verano es la temporada más popular para viajar a Chicago y como aumenta la demanda de vuelos y hospedaje, los precios también suben. Si viajarás durante estos meses, lo más recomendable es reservar tu hotel con tres o cuatro semanas de anticipación.
Es la temporada ideal para viajar si quieres vivir festivales musicales (como Lollapalooza), gastronómicos y una oferta de atracciones completamente abierta.
De junio a agosto las temperaturas oscilan entre los 10° y 26°C.
Septiembre es uno de los mejores meses para viajar a Chicago porque usualmente ya acabaron las lluvias, las temperaturas aún no son tan frías como en el invierno y siguen las actividades al aire libre (algunas con horario reducido). La temperatura ronda entre los 15°C y 21°C durante el día, pero en la noche baja a alrededor de 4.4°C.
También bajan los precios de reservación de hoteles y vuelos. En octubre se reducen drásticamante las multitudes en las atracciones más populares.
Es una temporada muy popular de viaje por las atracciones navideñas. Desde finales de noviembre, la ciudad presenta un desfile de Navidad y en diciembre abre el mercado navideño Christkindlmarket, se instala el árbol de Navidad en Daley Plaza y los turistas visitan Lightscape en el Jardín Botánico, entre muchas otras atracciones.
Por la misma razón, suben los precios de boletos de avión, hospedaje y hasta restaurantes. Las temperaturas rondan los 3° y 15°C, pero en la noche bajan aún más.
Si no te importa perderte los festivales musicales del verano y los navideños del invierno, los meses de abril y septiembre son un buen momento para recorrer la ciudad al aire libre y disfrutar de la mayoría de sus atracciones y parques.