Un vuelo retrasado o cancelado suele significar un gran problema con el cual hasta el viajero más experimentado tiende a lidiar.
Aunque los horarios de viaje están cuidadosamente organizados por las aerolíneas y los aeropuertos para que los usuarios puedan viajar con comodidad y rapidez, los contratiempos son impredecibles.
Una falla mecánica, condiciones meteorológicas, tránsito aéreo, restricciones de peso o condiciones aeroportuarias, incluso por pasajeros problemáticos, provocan un cambio en el plan de vuelo que a su vez significan pérdida de tiempo para los pasajeros y hasta de dinero.
Normalmente las empresas suelen dar compensaciones cuando éstas tienen culpa del retraso como los problemas mecánicos, incluso las aerolíneas pueden ofrecer el pago del hotel y las comidas durante el tiempo de retraso.
En contraste con las situaciones ajenas como las condiciones climatológicas o aeroportuarias, asegura un artículo publicado en The New York Times, por lo que nunca está de más consultar con la aplicación en línea de la empresa o solicitar asesoría en servicio al cliente sobre cómo resolverlas.
Algunos expertos sugieren prevenir los inconvenientes volando en la mañana, seleccionar ciertas aerolíneas o revisar el rendimiento de la empresa en cuanto a puntualidad, pero pocos aportan ayuda estando dentro de la situación.
De acuerdo con la ley federal de Protección al Consumidor de Aviación del Departamento de Transporte de Estados Unidos, las aerolíneas están obligadas a proporcionar un reembolso completo si el vuelo se retrasa significativamente y el pasajero decide no viajar
El tiempo de retraso significativo lo determina cada aerolínea, por lo que los usuarios deben consultar con las políticas de la empresa que eligieron y analizar posibilidades sobre tomar el siguiente vuelo o pedir el reembolso.
En caso de elegir viajar, la aerolínea se encarga de colocar a los pasajeros en otro vuelo con asientos disponibles.
Los pasajeros que eligen viajar en los próximos vuelos no tienen derecho a la compensación por retraso que señala la ley federal, aunque cada aerolínea puede ofrecerla si el retraso fue su culpa.
Por ejemplo, American Airlines se encarga de hacer reservaciones de hoteles que duran el tiempo del retraso o de la colocación en un nuevo vuelo; JetBlue da compensaciones de $50 y $200 dólares por vuelos con retrasos de tres horas en adelante.
Por otro lado, si el vuelo se reservó a través de aplicaciones de viaje, son ellas las que deben resolver el problema, por lo que los pasajeros deben contactar primero al servicio.
En caso de que el vuelo haya sido cancelado por la aerolínea, los pasajeros deben ser acomodados en un vuelo posterior si es que eligen continuar con su viaje.
Si los pasajeros deciden continuar con su plan de viaje a pesar de la cancelación, estos deben acercarse con los agentes de la puerta de embarque o en el mostrador de atención al cliente para consultar opciones de viajes con otras aerolíneas asociadas o para verificar si hay lugares en los próximos vuelos de otras aerolíneas.
Los pasajeros que elijan no viajar, tienen derecho a un reembolso completo, según especifica la ley federal.
Asimismo, si el vuelo en el que fueron asignados tiene varias escalas, la aerolínea está obligada a regresarles la parte no utilizada del vuelo en reembolso.
Muchas empresas no suelen apegarse a la ley y prefieren ofrecer créditos de viaje o cupones válidos dentro del mismo año en el que se emitió, por lo que es importante que el pasajero conozca sus derechos y presione a la empresa para que les den el reembolso en efectivo.
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