Según un estudio realizado por una publicación en Estados Unidos, es una creencia errónea la afirmación sobre las chances de salir ileso de un accidente aéreo se eleven por sentarse en las primeras filas de la aeronave.
Normalmente se asocian los asientos más cómodos y costosos del avión con los más seguros; por ejemplo las primeras filas de la Primera Clase y Clase Negocios. Aunque un estudio reciente realizado por Time Magazine refuta esa premisa.
La publicación analizó un total de 157 accidentes aéreos con víctimas mortales y supervivientes ocurridos desde el año 1985, y determinó que los asientos más seguros son los situados en la parte trasera del avión.
Además, concluyó que las butacas con un riesgo de mortalidad más bajo son las ubicadas en el medio de la fila, es decir, entre el pasillo y la ventanilla de la aeronave.
De acuerdo al estudio, la tasa de mortalidad de los asientos del último tercio de la cabina se sitúa en el 32 por ciento, por debajo del 38 por ciento en la parte delantera de la aeronave y del 39 por ciento en el tercio medio.
Sobre los asientos en fila, la investigación plantea que los asientos del medio de la parte trasera de la cabina obtienen los mejores resultados de supervivencia, con un 28 por ciento de tasa de mortalidad.
En cambio, los viajeros que podrían resultar más perjudicados son los que se sientan junto al pasillo, en la parte media del avión, con una tasa de mortalidad que asciende al 44 por ciento.
En otro estudio realizado en 2008 por la Universidad de Greenwich, sobre el uso de las salidas en un siniestro, afirma que los pasajeros con mayores posibilidades de sobrevivir en caso de accidente, son los sentados cerca de las salidas de emergencia.
A pesar estos datos, el avión sigue siendo el medio de transporte más seguro. Las probabilidades de morir en un accidente aéreo son de 1 en 8 mil, mientras que en el caso del automóvil son de 1 sobre en 112, y de 1 sobre 900, en los viajes en motocicleta.
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