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Minnesota, tierra de los 10,000 lagos, es el destino perfecto para los amantes de días relajantes sobre una canoa.
En 2013, la artista y autora Sarah Peters pensó en combinar canoas y libros, resultó en una biblioteca flotante en Cedar Lake, Minneápolis
Los primeros libros que llegaron aquí fueron solicitados vía Facebook.
Los libros son donados y puedes encontrar cualquier tipo de lectura. Y como el arte también viene incluída en el paquete, algunos materiales podrán parecer más bien esculturas.
El estilo de libros que aquí se pueden encontrar son más artísticos que las típicas novelas o enciclopedias que podrías leer en una biblioteca común.
La mezcla de agua y libros no suena realmente adecuada, pero existen ciertas medidas de cuidado, además de la inclusión de materiales que evitan poner en peligro los textos.
La regla básica es: toma tu bote, lee un libro y cuando termines, devuélvelo. No se permite llegar a la balsa nadando.
Aunque también hay oportunidad para los que no son amantes del agua. Se prestan libros para leer en la playa.
Cada determinado tiempo, la biblioteca cambia de locación y se realizan diferentes actividades. Este 2018 se encuentra en el Lago Phalen en St. Paul.
Se invitan a diferentes artistas para participar en el proyecto y esta vez fue el turno de Ann-Hoa Thi Nguyen.
Debes estar pendiente en las redes sociales por si quieres ser voluntario o para enterarte de los eventos. Por supuesto, el clima llega a ser un gran obstáculo para poner en marcha la biblioteca flotante, así que mantente atento.