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Viajar con animales, específicamente con gatos, puede resultar un poco complicado, en especial si es por largas distancias o en transportes que requieren seguir una guía de viajes estricta, como los aviones.
Antes de viajar, es necesario planear el trayecto con anticipación, ya que no sólo se trata de meter al gato a su caja transportadora y ya.
De acuerdo con los expertos de viajes y mascotas, para un gato asustadizo es más probable que un viaje largo en automóvil o en avión les promueva el estrés durante y después de la llegada.
La Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (recomienda preparar una rutina para el gato antes de que viaje, desde los horarios de comida, hasta las pausas para ir al baño, dormir, o jugar.
¿Qué necesita un gato para viajar?
Antes de hacer un viaje, principalmente si es en avión, internacional y de larga duración, los gatos deben cargar consigo:
1. Certificado de salud y registros médicos
2. Transportín para gatos
3. Correa
4. Juguetes
5. Agua y comida para gatos
6. Cuencos de comida y agua
7. Hierba gatera
8. Bolsas de eliminación
9. Manta
10. Etiqueta de identificación
11. Foto de tu animal
12. Sedante (opcional)
Antes de salir de viaje
Es necesario consultar con el veterinario las recomendaciones previas al viaje, como enfermedades que prevalecen en el destino y la posibilidad de que el gato enferme, requisitos de vacunación o clima.
Los aeropuertos requieren un certificado de salud del gato, emitido 10 días antes del viaje, mientras que para viajes en auto es necesario un certificado zoosanitario emitido en los 30 días antes del viaje; un veterinario certificado puede emitirlos.
Para llevar a los gatos, estos necesitan una caja transportadora especial que esté ventilada y sea lo suficientemente grande para que su gato se levante, se estire o pueda moverse.
La caja debe estar certificada por organizaciones como el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) para su uso en aviones.
Antes de viajar, deja la caja en casa para que el gato la explore y se acostumbre; si tu viaje es en auto, lleva a tu gato en ella por paseos cortos.
En tu ruta de viaje, en carretera o en destinos a los que llegues por avión, identifica las ubicaciones de veterinarios de emergencia, empaca los registros médicos de tu gato, etiquetas, cartilla de vacunación, medicamentos si está tomando.
No olvides planificar tus estadías en hoteles o alquileres que admitan gatos, ya que es menos común un lugar de estos que reciban gatos como lo hacen con los perros.
Tampoco olvides empacar sus juguetes, comida favorita, cuencos para la comida y agua y otros objetos que normalmente utiliza en casa.
¿Cómo viajar en auto con gatos?
Asegúrate de alimentar a tu gato al menos tres horas antes de partir, esto con el objetivo de evitar que haga del baño a medio camino.
Cuando lo metas al transportín, ponle una manta u objetos con los que esté familiarizado o que tengan el olor de tu casa, así se sentirá más seguro.
En el auto, acomoda la caja de forma que no se tambalee o se caiga con el movimiento, ponla en un lugar donde puedas ver a tu gato y él te pueda ver a ti durante todo el trayecto; si es posible, ponle el cinturón de seguridad.
Cuando ya estés en tu camino, toma pausas para alimentarlo y darle de comer en los horarios en los que normalmente lo harías. No bajes del auto y lo dejes adentro, en especial cuando el clima es cálido o es muy frío.
¿Cómo viajar en avión con un gato?
Los especialistas recomiendan no viajar con gatos en avión, pero si es muy necesario, consulta las políticas de aceptación de animales de tu aerolínea, si puede viajar contigo o en el área de carga, qué tipo de transportador necesita, los requisitos médicos y los costos.
No olvides etiquetar la caja con tus datos y los del gato sólo por si llegara a extraviarse, incluye direcciones, números de teléfono, el destino y si el gato tiene un microchip; anota el número si lo tiene. En las etiquetas de la caja escribe frases como “Animal vivo” y dibuja flechas que indiquen cómo debe ir la caja.
Reserva un vuelo con la menor cantidad de paradas, los traslados de un avión a otro o el ruido hace que los gatos se estresen, también elige destinos donde los climas no sean extremos o puedan poner en peligro la vida de tu felino si le toca ir en las bodegas de equipaje.
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