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Los viajeros expertos siempre recomiendan visitar un buen restaurante en el destino que visitas. ¿La razón? Probar la comida en la ciudad también es una inmersión cultural. Cada región tiene sus propios sabores, productos y refleja la historia de quienes viven ahí.
Esto pasa en Washington DC. La ciudad es multicultural y también lo son sus restaurantes. En tu próxima visita tienes que explorar las propuestas gastronómicas de los chefs latinoamericanos, quienes han logrado conquistar la capital estadounidense con excelencia.
Para muestra: MITA, un restaurante donde todos los platillos están hechos a base de vegetales. Dirigido por los chefs venezolanos Miguel Guerra y Tatiana Mora, captura la esencia de Latinoamérica en cada platillo.
Sus sabores, atención e innovación han dado a MITA su primera estrella Michelin este diciembre de 2024. “Los chefs Tatiana Mora y Miguel Guerra comparten su espíritu creativo aquí, donde las influencias abarcan desde Brasil y Bolivia hasta Colombia y los platos lucen originalidad”, destaca la famosa guía gastronómica.
Con este reconocimiento, el chef Miguel Guerra se convierte en el chef venezolano más joven en obtener una estrella Michelin, y la chef Tatiana Mora es ahora la primera chef venezolana en recibir este honor.
Así es la experiencia de comer en MITA
MITA se ubica en el barrio de Shaw en Washington DC. Desde que llegas, a través de los cristales, se puede percibir la calidez del lugar. Luces tenues, colores cálidos y una vez que entras la música latina resuena de manera muy familiar.
Al reservar en MITA, tienes que pedir el menú de degustación. Celebra el sabor de los vegetales en 14 tiempos, a la vez que resguarda los sabores más tradicionales de las cocinas latinoamericanas.
La presentación del menú es maravillosa. Viene en un sobre sellado y al abrirlo encontrarás un mapa de Latinoamérica que muestra la vasta vegetación, fauna, cultura y alimentos de la región.
Rápidamente te ofrecerán una bebida. La cocada es sorprendente en sabor y presentación. Una joya para iniciar este viaje culinario. También recomiendan mucho la selección de mezcales.
El “opening act” sabe a México. Es un dulce de tamarindo, mango y tajín que se deshace en la boca. La envoltura también se come y es aquí donde notas la increíble creatividad y talento de los chefs. Además, se presenta con copal.
El menú continúa con un chocolate de Uruapan y después las arepas se vuelven las estrellas al estar acompañadas con salsas como guasacaca, crema agria de anacardo con aceite de chile y mantequilla hecha de chontaduro.
Uno de los tiempos más sorprendentes es el crudo de sandía y zanahoria fermentada en una salsa de pepino y leche de tigre. Un sabor que quizá jamás te había pasado por la mente y la chef Tatiana muestra un poco de las recetas de su abuela con la sopa de arracacha. Insuperable.
Todo el tiempo, los meseros están pendientes de ti y la atmósfera no puede ser más perfecta para disfrutar de la noche. No te sorprendas si los chefs se acercan para presentarte sus platillos, un gesto que siempre eleva la experiencia.
La creatividad en MITA se exalta con un ceviche de coco tierno, inspirado en Brasil, y ravioles bañados del sabor del maíz. Cada tiempo que queda en el paladar y la memoria.
No hay mejor cierre que sus postres. Recuerdan a los raspados en las plazas de Latinoamérica y ¿qué te parecería disfrutar de una cocada sobre un cuadro de Botero?
MITA destaca en la escena culinaria de Washington DC por varias razones:
- Se atreve audazmente con platillos vegetarianos.
- Muestra excelencia en el servicio y la ejecución de los platillos.
- Está dirigido por dos chefs cercanos a sus raíces, pero visionarios para llevar la cocina latinoamericana a nuevos escenarios.
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