Viajar a Florida es una inmersión a la naturaleza y a una hora de Kissimmee encontrarás Bok Tower Gardens, uno de los jardines más hermosos de todo el estado.
Durante tu visita al Corazón de Florida es recomendable que hagas una parada en este lugar. Será tu espacio para la tranquilidad, relajación y contacto con la belleza de la naturaleza. Renta un automóvil para llegar. Se ubica en Lake Wales.
Bok Tower Gardens abre todos los días de 8:00 a 18:00 horas; el último acceso es a las 17:00 horas. Las únicas fechas en las que cierra este recinto son en el Día de Acción de Gracias y el Día de Navidad.
La entrada general para adultos cuesta $20 dólares. Los niños de 6 a 17 años pagan $10 dólares y los niños de 5 años y menores entran gratis. Está permitido llevar a tu perro pero deberás pagar $10 dólares.
La historia de este magnífico espacio comienza en 1921, cuando el editor Edward W. Bok y su esposa Maria Louise Curtis Bok decidieron crear un santuario para pájaros. Así es como llegaron a esta colina y el encargado del proyecto fue el arquitecto Frederick Law Olmsted, Jr.
Para empezar, plantaron 1,000 robles, 10,000 azaleas, 100 palmas, 300 magnolias y árboles frutales. Así el santuario se convirtió en un jardín enorme, donde también está la fantástica casa de Edward W. Bok, llamada El Retiro, y una enorme torre musical.
La admisión El Retiro se cobra aparte: $10 dólares por adulto y $5 dólares para niños de 6 a 10 años.
Lo primero que te llamará la atención son sus jardineras perfectamente diseñadas con flores y fuentes. De inmediato podrás entrar a los senderos repletos de árboles, arbustos y diferentes tipos de vegetación que crecen en Florida.
Hay un jardín especial para plantas comestibles y un increíble lago con nenúfares. Si te gusta la fotografía, prepara tu cámara para fotografiar a las aves que se posan. Cada rincón es fotogénico.
Si vas a conocer El Retiro, se recomienda que sea una de las primeras actividades de tu recorrido, pues mientras más tarde, más se llena. Ahí te darán una visita guiada para que conozcas toda la historia de este magnífico lugar y de sus dueños.
Sin duda, uno de los momentos más esperados será ver la Torre. Es alta y destaca en todo el jardín. Cada hora escucharás como toca melodías debido a que tiene un órgano musical compuesto por al menos 23 campanas afinadas en serie cromática. Es completamente mecánico, por lo que no funciona con electricidad.
Este tipo de torres abundaban en Bélgica y los Países Bajos durante el siglo XVII. Hoy en día, estos países todavía tienen la mayor concentración de “carillones”. Se calcula que hay 600 de estas torres en el mundo y sólo 185 en América del Norte, así que siéntete afortunado de estar ahí.
A los pies de la Torre hay un pequeño estanque donde podrás ver peces dorados. Es posible alimentarlos si pagas por una bolsa de comida. Y justó detrás de la Torre podrás sentarte para contemplar el paisaje desde lo más alto de una colina.
A tu salida, pasa a la tienda para maravillarte con algunos artículos inspirados en las flores y la naturaleza.