Hace más de cien años, un 19 de enero, Edgar Allan Poe llegó a este mundo para convertirse en el rey de la literatura de suspenso y lo macabro de Estados Unidos. Reconocido por su poesía y narraciones breves, este escritor aún nos sorprende con sus espeluznantes historias.
Nacido en Boston, Massachusetts. Con apenas dos años Allan Poe ya había quedado huérfano y, aunque fue criado por sus tíos, nunca tuvo el dinero suficiente para obtener una educación formal.
Sin embargo, su pasión por la escritura y gran habilidad lo determinaron a seguir su inspiración como carrera profesional. Nunca logró una gran estabilidad económica, pero sus colaboraciones como crítico en periódicos le permitieron sobrevivir, mientras se movía de una ciudad a otra.
Entre los lugares donde se estableció se encuentra Baltimore, al noreste de Estados Unidos, donde pasó gran parte de sus días como escritor. También fue aquí donde finalmente murió, a los 40 años de edad por motivos que aún son un misterio.
Considerando esto, visitar esta población a través de los lugares donde vivió y pasó tiempo el fundador de la ficción literaria se vuelve una experiencia incomparable.
Primero, empieza con una visita de la casa y el museo de Edgar Allan Poe (203 N. Amity St.; 410-462-1763). Fue aquí donde vivió durante la década de 1830, y donde compartió con su esposa Virginia, quien era también su prima de 13 años. Explora los espacios donde el escritor redactó varias de sus obras, incluyendo MS. Found in a Bottle.
Sigue tu recorrido a través de Westminster Hall & Burial Grounds (519 W. Fayette St.; 410-706-2072), ubicado a poca distancia de la casa. Este terreno que rodea una antigua iglesia gótica, alberga los restos del poeta y otros miembros de su familia. Explora el lugar, no habrá forma de que te pierdas de la gran piedra de granito que marca su tumba.
Para los más aferrados a la literatura, vale la pena visitar la biblioteca gratuita Enoch Pratt (400 Cathedral St.; 410-396-5430). Entre sus diversos títulos, se encuentran varios manuscritos del autor, así como primeras ediciones de algunos de sus clásicos.
Allan Poe era un bebedor entusiasta. Por lo que recomendamos hagas honor a su nombre y cierres tu recorrido con una visita a la taberna local Annabel Lee (601 S. Clinton St.; 410-522-2929). No se trata de un bar original que haya visitado el escritor, pero sí lo fundó uno de sus más aguerridos fans