El gobierno estadounidense ha estado vigilando a los pasajeros en los aviones sin que los ciudadanos tuvieran conocimiento de ello.
El Boston Globe informó que la investigación continua de pasajeros no sospechosos de algún delito es parte del programa Quiet Skies de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA).
El programa ha despertado polémica en Estados Unidos, pues acaba con la privacidad de las personas en los aeropuertos y aviones, desde la documentación del equipaje, hasta si duermen o usan el baño durante los vuelos.
Pequeños grupos de comisarios aéreos están atentos en los vuelos para identificar a personas que sudan demasiado, están muy inquietos, parpadean muy rápido, se frotan las manos, usan su celular o se duermen.
Si alguno de estas acciones no corresponde a la que tiene un pasajero su historial de viaje, gracias a un algoritmo, los agentes están más atentos de sus siguientes pasos.
De acuerdo con CNN, el programa fue puesto en marcha en 2010 y el Congreso de la Unión Americana tiene total conocimiento de lo que se realiza.
La Administración de Seguridad del Transporte asegura que el proyecto busca resguardar a los pasajeros y a la tripulación en los viajes aéreos, no vigilar a los ciudadanos comunes en cada momento de su vuelo.
Los agentes vigilan hasta 50 personas por día en vuelos que se realizan dentro de Estados Unidos, aunque no sean sospechosos o se encuentren en alguna lista que ordene su vigilancia.
Además, asevera que la raza y la religión de las personas no es un factor determinante para ser vigilado por Quiet Skies.
La TSA precisó a CBS News que si no se detecta un comportamiento sospechoso en 90 días, los ciudadanos son eliminados del sistema de la agencia.