Por sí solos, los eclipses son fenómenos naturales sorprendentes y raros de observar, ya que al año sólo ocurren algunos cuantos y muchos de ellos no son visibles en gran parte del mundo al mismo tiempo. Ahora, que sean creados artificialmente, es aún más interesante.
Precisamente, en este 2025 se planea que ocurra un eclipse solar artificial, con un par de satélites lanzados por la Agencia Espacial Europea (ESA) en diciembre pasado a través de la misión llamada Proba-3.
El lanzamiento de estos satélites ayudaría a hacer eclipses solares “a demanda” en el futuro y, en caso de que la misión sea un éxito, permitiría el fácil estudio de la atmósfera exterior del Sol y la corona solar por períodos largos durante los siguientes dos años.
“Serán lanzados y permanecerán juntos durante aproximadamente un mes, cuando estemos seguros de que todo sigue bien, en ese momento solamente, este será el que realmente abordaremos y este estará esperando y simplemente estará encima”, explicó la infraestructura de los satélites lanzados Marie Beeckman, ingeniera de satélites en la empresa espacial Redwire Space, involucrada en el proyecto de la ESA antes del lanzamiento.
“Esto nos ayudará a entender muchas cosas, como el origen del viento solar. Todavía quedan algunas preguntas sin respuesta, en particular las relacionadas con el viento lento”, añadió en una explicación Andrei Zhukov, científico investigador del Observatorio Real de Bélgica involucrado en el experimento.
El eclipse solar artificial será creado por la unión parcial de los satélites lanzados, Coronagraph y Occulter, cerca de la atmósfera del Sol. Los científicos tendrán al menos seis horas para hacer observaciones de la corona mientras se proyecta la sombra.
Mientras Occulter se acerca un poco más al Sol, éste bloqueará el disco solar y proyectará una sombra sobre Coronagraph que estará al mismo tiempo fotografiando la parte interna de la región de la corona.
En caso de que los satélites lleguen y se unan con éxito en la atmósfera del Sol, el eclipse solar artificial ocurrirá en algún momento de marzo de 2025; la agencia espacial planea compartir públicamente imágenes del fenómeno artificial, así como datos de la investigación que realicen.
Por desgracia, este eclipse artificial no será visible desde la Tierra, ya que las sombras que se proyecten no lograrán llegar a nosotros como sucede en un eclipse solar convencional.
El eclipse solar total que sí se verá desde la Tierra sucederá de forma natural el 12 de agosto de 2026. Los lugares afortunados de verlo al 100 por ciento serán Europa, el norte de Asia, norte y oeste de África, Canadá y partes del noreste de Estados Unidos.