El año se está despidiendo con algunos de los más bellos e increíbles eventos astronómicos, incluida la lluvia de meteoritos de las Gemínidas, la más prolífica del año, la Luna Fría y la entrada del invierno en el hemisferio norte.
Sin embargo, entre estas bellezas, destaca la alineación hexagonal de seis de las estrellas más brillantes del firmamento, llamada alineación del Hexágono Invernal o Círculo de Invierno, que es una de las más preciadas y estudiadas por la ciencia y fanáticos del cielo nocturno.
El Hexágono de Invierno está conformado por una colección de algunas de las estrellas más brillantes del cielo durante el invierno en el hemisferio norte, que involucra la participación de otras constelaciones.
La alineación, científicamente identificada como un asterismo, está protagonizada por Rigel, de la constelación de Orión; Aldebarán, de Tauro; Capella, de Auriga; Pólux y Castor, de Géminis, Procyon, de Canis Minor; y Sirio de Canis Major
Al centro se encuentra la estrella Betelgeuse, del costado izquierdo de Orión, misma que forma la alineación del Triángulo de Invierno con Rigel y Aldebarán.
En el hemisferio norte, el asterismo del Hexágono Invernal se alcanza a ver cuando cae la noche alto en el horizonte nororiental. Para ubicarlo con exactitud, es esencial voltear a ver la popular y visible constelación de Orión, que tiene sus tres estrellas en el cinturón, Alnitak, Alnilam y Mintaka.
En la parte superior izquierda se encuentran Polux y Castor, hacia el sentido de las manecillas del reloj le sigue Capella, en la media derecha Aldebarán, hacia la derecha inferior Rigel, Sirio en la izquierda inferior, Procyon en la izquierda media hasta llegar de nuevo a Polux y Castor.
En cielos completamente despejados y alejados de la contaminación lumínica, se aprecia que el Hexágono de Invierno abarca parte del brillo de la Vía Láctea.
Enero es quizá el mejor mes para apreciar este evento astronómico, ya que las seis constelaciones se ven más alto en el cielo oscuro poco después de las 7 pm y hasta las 3 am, hora local, para desaparecer en el horizonte suroeste.
Hacia finales del invierno e inicios de la primavera en el norte, la alineación suele apreciarse mejor en el hemisferio sur.