Las tendencias de la moda vienen y van, sin que se salven los atuendos que las aerolíneas han elegido para el uso de sus sobrecargos, pero fue en las décadas de 1960 y 1970, la era dorada de la aviación, cuando los vuelos aéreos se acompañaron de todo el glamour en el aire.
Los vuelos aéreos eran caros y reservados para personas de altos recursos con acceso al glamur y los lujos, por lo que las aerolíneas se esmeraban en mostrar una imagen acorde a las expectativas a través de sus equipos de sobrecargos.
En las décadas de 1960 y 1970, la tendencia de la moda dominante fue la del glamur futurista, en la que participaron diseñadores famosos como Raymond Loewy, Emilio Pucci y Alexander Calder.
Las personas que contaban con los recursos para volar lo hacían para vivir una experiencia lujos, con el servicio de sobre cargos normalmente bellas, vestidas con atuendos dignos de la pasarela.
La nostalgia por la moda aérea de las décadas de los 60s y 70s ha cobrado auge gracias a la popularización de los viajes aéreos y la constante reducción de amenidades congruente con la reducción de los precios de los pasajes y la mayor competencia de aerolíneas de bajo costo.
El Museo del Aire y el Espacio, que se ubica en San Diego, es uno de los lugares más propicios para realizar un recorrido histórico a través de los avances de la industria y de la moda asociada a las aerolíneas.
Otros museos de la aviación destacados en el país son el de la Fuerza Aérea en Cabo Cañaveral, el Museo del Aire de Texas, el Museo de la Aviación de Seattle y el Museo de la Aviación en San Francisco.
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