Desde que Airbnb llegó al mercado, los hoteleros de todo el mundo se presentaron inconformes con la novedosa aplicación de alojamiento, que permite a particulares enlistar sus casas o habitaciones como una alternativa más económica para pasar la noche durante un viaje. La industria no solo se sintió amenazada por la nueva idea, sino también enfadad por el hecho de que lo particulares en sumarse a la red no tendrían que pagar impuestos de hospedaje.
La filosofía de la aplicación quedó claramente rota en esta ciudad. Ya que no son los lugareños los que rentan sus espacios, de hecho ni siquiera viven en estas casas. En lugar de eso, son sitios amueblados como revista que solo sirven para hacer dinero a través de la aplicación.
En México no tardaría en llegar alguna regulación. De hecho, en febrero de este año ya se anunció que llegaría un nuevo impuesto a la ciudad de México para quienes deciden rentar sus espacios en la aplicación.
Dicho y hecho, a partir de junio de este año, se cobrará un Impuesto por la Prestación de Servicios de Hospedaje a todo aquello que dé alojo a viajeros a través de la aplicación. Los motivos varían. Se habla sobre proteger la industria hotelera.
Así que serán los que visitan la ciudad quienes tendrán que desembolsar algunos pesos más, y no quienes ponen sus espacios a disposición. Además, Airbnb será el encargado de pagar el impuesto a gobierno local.
México no es el único país donde Airbnb cambió sus políticas, también ocurrió en estas naciones: